Era un típico martes por la tarde, acaba de terminar de comer y me subí a mi privada, me senté en mi pequeño sillón de descanso juntó a la ventana para leer uno de mis libro favoritos "El Viaje" de Amanda Hocking cuando salió un chico de la casa del frente, se sentó en su jardín a leer un libro, no alcance a ver cual era y no lo pensé dos veces para bajar y averiguarlo.
Baje corriendo las escaleras tratando de no caerme. Cuando llegue vi de reojo a mi papa en su despacho, no lo quise interrumpir a sí que sólo salí de ahí lo más sigiloso posible.
Estaba caminando hacia donde estaba el chico pero a mis pues no me permitían avanzar, no podía dejar de verlo, su cabello castaño me atrapo por completo.
El levanto la mirada y me vio Dios me estaba viendo y woow sus ojos son azules, el azul más bello que había visto, me sonrió y yo no podía ver mi cara pero estaba segura de que mi sonrisa era estúpida. Se paró y camino hacia mi, Dios esta caminando hacia mi.
-Hola- me dijo el y me dedico otra sonrisa. Me quede helada que iba a decir...