Mel Watson era una chica corriente a quien un simple viaje en taxi acabó llevando a una vida completamente nueva. Hasta que oyó que alguien se dirigía al supuesto taxista como Alteza , Mel no se dio cuenta de que se había colado en un cuento de hadas. El príncipe Rikardo no podía creer que hubiese recogido a la mujer equivocada. Desde luego, Mel no tenía nada que ver con la ambiciosa joven que esperaba encontrar y la dulzura de sus ojos le hacía ser muy cauteloso. Porque Rikardo hacía mucho tiempo que había renunciado al amor y solo quería un matrimonio temporal, pero la atracción que sentía por Mel era demasiado real...