Suicidio

23 0 0
                                    

Estas sentado ahí, en la orilla de tu cama. Pensando ¿qué hice mal? ¿por qué a mí? Tantas preguntas en un sólo segundo.
Abres tu cajón, están tus viejas amigas filosas como siempre. Las miras, piensas que habías dicho hace unos días que sería la última vez. Subes la manga de tu camisa donde están esos viejos cortes y donde se ven cicatrizando los otros. Tomas a esas pequeñas filosas y de forma horizontal, vas cortando. Cortas con fuerza, con odio y desprecio. Una y otra vez, mientras empiezas a ver borroso no por llorar sino por la sangre que va saliendo de tus brazos, estas cansado y dices "un último corte vertical y ya no estorbaría". Lo piensas una y otra vez, con la navaja en la mano y por último, aceptas. Dices "no pierdo nada" y ya en tu cama, cortas. Empieza a salir demasiada sangre, te arde más de lo normal pero te sientes cómodo por acabar tu vida. Piensas "por fin podría lograrlo" en eso escuchas que ha llegado alguien. Te encierras con seguro y pones música, para que nadie lo noté. Te gritan, resulta que es tu madre y le saludas, dices que no tienes hambre. Pero la voz se te esta yendo, estas viendo borroso y poco a poco, estas muriendo. Tu madre intenta abrir la puerta después de un rato, desesperada por no oírte, la patea de manera constante hasta lograr entrar y verte en el suelo de tu cuarto, lleno de sangre. Empieza a llorar y llama al 911, histérica y llorando diciendo que necesita una ambulancia mientras te sacude y dice tu nombre una y otra vez entre sollozos, llama a tu padre y le dice lo ocurrido. Tu padre trabajando, deja el trabajo de lado y va rápido a casa, ha puesto de pretexto que su mujer se ha caído porque no quiere asimilar que su pequeño se ha suicidado. Va en el auto a alta velocidad, llorando desesperado porque nunca te presto la suficiente atención. Tu madre sigue ahí, sin querer soltarte por nada del mundo. Gritando una y otra vez que despiertes, que dejes la mala broma. Llega tu padre junto a los paramédicos, los médicos llegan directo a llevarte al hospital, sabiendo que quizás ya no haya esperanza de vida. Tus padres están viendo tu cuerpo con lágrimas y temblando, abrazándose después de que decían odiarse. Se toman las manos y se repiten que todo estará bien, mientras van detrás de los médicos. Llegan al hospital y para su mala suerte, su pequeño ha muerto. La noticia se ha esparcido, todos aquellos que solían llamarse tus amigos, están arrepentidos por no haberte hecho caso, tus familiares solo diciendo que parecías un buen chico y sano, tu ex pareja arrepentida de haber sido infiel. Toda tu escuela lamentada por el bullying ocasionado y tus papás después de tu muerte, se divorciaron porque papá quedo siendo alcohólico y mamá quedo en depresión.

Dayi*
Dedicado a:
David villegaz
Que en paz descanse
+++

Fraces adolecentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora