A Tu cuidado. [Will y Tu]

Capítulo 10.

___: ¿Tienes heridas?.

Will: ¿E-Eh?.

___: ¿Heridas, tienes..?.

Will: ¿P-por qué pregunta?.

___: Responde.-Dije obligándolo.- Tu sabes más de mi que yo de ti.

Will: P-Pero estábamos en l-lo otro...

___: Entonces sigue, después me dices si tienes heridas.

Will: U-Usted me gusta... Y l-lamento haberme c-comportado así.

Me levante y me volteé, el ya no estaba de espaldas, sino de frente, lágrimas corrían por sus mejillas y estaba sonrojado.

Me acerque a él y él retrocedió.

No me acerque mas.

«Tocale su abdomen»

No me deja que me acerque.

___: No te voy a besar.-Dije sería.

Will: N-No era por eso..

___: ¿Entonces si quieres qué te besé?.

Desvío su mirada y se encogió de hombros.

«¡Ahora!»

Me acerque rápidamente a él y le toque el abdomen y se quejó.

___: ¡Will!.-Le grité.

Se puso a llorar y se arrodilló.

Me alejé.

___: ¿¡Por qué no me dijiste!?.. ¿Cómo pudiste soportar?...-Dije lo último en un susurró.

Me agarre el cabello frustrada y mis ojos se cristalizaron.

¿Por qué me pongo así?.

¡No tiene sentido!.

Bill... Por favor ven..

En un abrir y cerrar de ojos Bill estaba a mi lado, y me miro.

Bill: Lo curaré.

___: ¿P-Pero por qué no él se curo solo?.-Dije entre lágrimas.

Bill: No quería gastar de su energía para sanarte a ti, o protegerte de cual quier cosa.

___: ¡No!.-Grité.- ¡No me vuelvas a defender de ningún modo!... ¡Nunca!.

Bill: ___...

Grite frustrada.

No podía soportarlo.

Quería que él este bien.

Que mi sueño nunca se torne en una pesadilla, en la cual nunca podre superar.

Bill: Ve a la cabaña del misterio.

___: ¡No puedo me perdí!.

Bill: Entonces espera sentada allí.

Me volví a sentar, como una niña a la cual regañaron por haber roto el labial favorito de su madre.

Me arremangue el poleron y vi mis brazos.

Gracias a él estan sanos, todo por él, gracias a él tengo la oportunidad de estar más tiempo con los trillisos, gracias a él Natasha no me golpeó, gracias a él me siento querida...

El simple hecho de que tenga heridas y no este sano, y la variedad de pensamientos que vinieron a mi cabeza... Todos esos tenían una relación.

La idea de perderlo.