Hanna- Todos Tenemos Un Pasado-(+18)BRAwards.

Capitulo 17

Había pasado exactamente siete días desde que pasó el maldito problema con Erik. Estoy en la casa de Christian, al cual ignoro nunca quise que se entera de mi pasado y mucho menos de esta manera.

No he salido de esta habitación y tampoco he hablado con él, a entrado a revisarme, pero a respetado mi decisión de no hablar, lo cual agradezco en verdad no se que decir, no se como contárselo, realmente no quiero contárselo prefiero que no sepa como paso.

Tengo tanto miedo de lo que piensa de mi, tengo miedo de que  me deje, joder de solo pensar de que me va dejar siento como si un fierro caliente atravesara​ mi corazón, este maldito dolor es peor de todos los dolores que he sentido en mi vida, y se que he sufrido.

Pero si yo a este maldito mundo solo he venido a sufrir más a nada más. El sonido de los toques de la puerta me sacan de mis pensamientos.

-Adelante - digo, la puerta se abre y veo como dos hombres entran junto con Christian.

-Buenas tardes señorita - me saludan los dos hombres a coro, si no me equivoco son policías, van vestidos de trajes negros.

-Buenas tardes - les contesto se sienta en unas sillas viendome así mi.

-Hanna, son los policías que vienen a tomar tu declaración - Christian es un maldito necio le dije que no quería que hiciera nada.

-Bueno yo no voy a poner ninguna demanda así que se puede retirar - les digo para que se vayan de aquí, quiero estar sola.

-Hanna - me llama Christian enojado, lo ignoro así como el ignoro mi petición de que no quería levantar una demanda en contra de Erik.

-Señorita - regreso a ver al hombre de unos 35 años que me habla - soy el agente Fernández - se presenta - se que es difícil hacer este tipo - lo corto odio ese malditos discursos baratos que hacen los estúpidos policías.

-Acabemos con esto señor Fernández -  le digo enojada - dígame qué dijo Erik que pasó.

-Bueno el declaro que estaba algo tomado - no lo noté - y que se apego a usted algo violento por así decirlo, y que le preguntó si quería - no sabe como decirlo.

-Si, yo dije que si - el hombre me ve asombrado al igual que Christian pero es verdad, aúnque yo no lo quería asentí con la cabeza.

-Bueno, entonces después dijo que continuo y que cundo usted le pidió que parará lo hizo - me explica.

-Si, es verdad - le digo con una sonrisa sin felicidad - yo se lo pedi, me arrepentir por así decirlo - digo con sarcasmo -  y el se alejó de mi me dejó, ¿vale? Me dió un maldito ataque de no se qué - señaló a Christian - el doctor aquí presente se los puede decir - me levanto de la cama - Ahora si no es  mucha molestia ¡Fuera de aquí! - les grito, mis ojos se llenan de lágrimas.

Les doy las espalda, solo quiero estar sola, sola solo quiero estar sola.

-¡No me oyeron! - les grito, escucho la puerta cerrarse. Caigo al suelo y las lágrimas invaden mi rostro como una tormenta.

Siento las manos de Christian alrededor mío, me abraza y susurra a mi oído.

-Yo estoy aquí - su voz suave, cálida - nada te va a pasar, yo te protegeré - me promete.

Me aferro a él, me doy la vuelta y lo veo a los ojos, sus ojos marrones reflejan rabia, dolor, angustia, desesperación, con mis manos acarició su rostro, su barba de tres días roza mi piel.

-Christian, yo - susurro con miedo, las lágrimas siguen cayendo no las puedo controlar y el dolor de mi pecho aumenta siento que no me deja respirar - no me dejes - le suplicó, el asido la luz de mi vida, mi felicidad  a cambiado mi vida por completo.