Strangers «junghope»

#2: Jungkook.

« Ya no me llama por teléfono nunca más,
Él nunca me escucha, dice que es inocente,
Él no me deja tener el control nunca más,
Debí de haberme pasado de la raya,
Debí de haber perdido la razón »

Me encontraba caminando hasta mi departamento, si bien sé que estaba mal que dejara a Hoseok solo pero no podía, más bien, no quería que se cansara más de lo que ya sabía que él estaba.

Escuché mi teléfono sonar y al sacarlo de mi bolsillo noté que era él —Hablando del rey de Roma —exclamé antes de contestar la llamada— Hola Hobi ¿Qué pa-

—Eres un maldito bastardo Jeok Jungkook —paré mi caminata mientras comenzaba a tener la palabra “confusión” grabada en mi rostro, Hoseok nunca me hablado así a decir verdad, ¿Qué le pasa?

—¿A qué te refieres? —pregunté lo más calmado que podía.

Escuché un bufido en la otra línea y una risa que sonaba irónica a mi parecer —¿Y en serio preguntas?... Encontré tu foto, Jungkook

Tragué fuerte y revisé en mis bolsillos, mierda, mierda, mierda.

—Hoseok, p-puedo...

—¿Puedes qué? ¿Explicarme? Tú mismo me dijiste que no estabas saliendo con nadie y que no te interesaba por el momento, dijiste que hace meses estabas soltero y que nadie querría estar contigo, tú... Me mentiste, traicionaste mi confianza y ahora, no puedo seguir esto Jeon, N-no puedo —lo oí suspirar y como su voz se cortaba al final de cada oración, por favor que no esté llorando.

—Hyung no, no es lo que crees, yo no salgo con nadie te lo juro... Dejame explicarte por favor, no quiero que lo tenemos se acabe —y hablaba en serio.

No quería que nada de esto acabara.

Pero debía ser un estúpido si pensaba que a él lo tendría conmigo.

—¿Lo que tenemos? T-tú mismo dejaste en claro que entre nosotros no hay nada más que sexo, ¿No lo recuerdas? “Sólo somos extraños, Hoseok”... No puedo creer que alguna vez me ilusioné y te quise como algo más Jungkook, no me vuelvas a llamar o tratar de contactarte conmigo otra vez, y hablo en serio.

—¡Hoseok! —exclamé antes de escuchar como cortaba la llamada y sostuve el celular fuertemente en mi mano.

La había cagado.

Golpeé la reja que se encontraba frente a mi, sacando mi furia a través de los golpes que daba.

“Encontré tú foto”

“Traicionaste mi confianza”

“Sólo somos extraños”

“No puedo creer que alguna vez me ilusioné y te quise como algo más”

Un último golpe y miré mis nudillos, llenos de sangre, caí de rodillas y apoyé mi espalda contra la reja mientras lágrimas salían de mis ojos para luego caer al suelo.

Lo había arruinado todo.

Él tenía razón.

Le había dicho que éramos extraños y ahora no había forma de cambiarlo, pero aún así, no quería que se fuera de mi lado.

Suspiré descansando mi cabeza y recordando la primera vez que nos vimos.

Quien diría que iba a terminar así de jodido.