una especie de carta

parte 1

El cómo te conocí es una de las cosas menos complicadas de mi vida hasta ahora; era la segunda semana o tal vez tercera de clases, casi nadie se conocía, por supuesto que ya muchos habían hecho amigos entrañables pero este no era mi caso. No me considero antisocial ni mucho menos es solo que no había conocido aun a personas con las que quisiera compartir el resto de mi estancia en la escuela.

Estábamos listos para que nos asignaran uno de los 5 talleres (en este colegio los talleres son asignaturas donde te enseñan a desarrollarte en algún ámbito por si decides dejar de estudiar y no te cueste mucho trabajo conseguir trabajo supongo) taquimecanografía, electrotecnia, industria del vestido, dibujo técnico industrial, y donde quedaste tú, estructuras metálicas.

Estaba con una compañera llamada Karla Dayan esperando a que llamaran a nuestros grupos para asignarnos algún taller cuando vi que se acercaba Andrea, una niña con la que comenzaba a forjar un lazo y detrás de ella estabas tú, tan infantil como siempre, ustedes estaban jugando a pisarse los pies o algo así tengo entendido, para el momento en el que llegaron a mi lado Andrea nos presentó.

Sinceramente es algo que ahora recuerdo y me da demasiada gracia, eras distinto a mí en muchos sentidos, tú eras y lo sigues siendo como ya dije demasiado infantil, estabas un poco desalineado y en esa época yo no decía groserías, lo sé, lose me veía completamente teta, ya sabes con mi coleta en la parte inferior de mi nuca y mis lentes, bueno conociéndome no era de esperarse que me calleras mal.

Intente no prestarte atención y seguí esperando a que me llamaran y dijeran cual sería mi siguiente asignatura, no eras exactamente el chico modelo que todas quieren, tampoco el popular, quiero creer que ambos estábamos en término medio de la escala jerarquía de los adolescentes.

Comenzaron a formarnos y afortunadamente me toco en electrotecnia muy lejos de ti, pensaba en aquel momento, era muy sencillo en esa época.

Pero ahí no se acabaría el problema, seguías siendo mi compañero en las demás clases.

Con el tiempo me hice más y más cercana a Andrea, tú no tenías amigos, además de ella y por este motivo me vi obligada a interactuar más contigo, ya no me caías tan mal pero me seguía molestando bastante tu lenguaje altisonante, a decir verdad lo odiaba.

Un mes después una profesora del colegio se jubiló por lo que hicieron algunos ajustes a nuestros profesores y salones en donde tomábamos clases, no fueron cambios rasdicos, ya no nos tocaba la misma profesora de inglés pero a nadie le importaba, lo que si importo fue que nos cambiaron de salón en ciencias 1 enfocado a la biología; después de ser el salón 1 nos tocó en el salón 6, al principio me dio igual porque seguíamos teniendo los mismos lugares ya sabes, ese en el que estaba a lado de Ismael y detrás de él estaba Brian (quien pronto será de gran relevancia en esta historia), me llevaba tan bien con Ismael que ya lo consideraba un amigo, nos la pasábamos riendo en clase, nos incitábamos a trabajar también, me contaba cosas de su vida y yo le contaba a el de la mía, poco a poco se fue ganando mi cariño pero claro que eso no duro mucho; yo era tan feliz tal como estaban las cosas pero noooo, a la profesora se le tenía que ocurrir la brillante idea de cambiarnos de lugar porque según ella ya no poníamos atención a su clase.

Ahora estaba sentada a lado de ti y delante de mi estaba diana, una persona, amiga que estaba en el mismo taller que yo con la cual me llevaba muy bien por cierto, ya te soportaba incluso podría decir que ya me caías bien sin embargo eso no significaba que no extrañara mi antiguo lugar.

Con el tiempo aprendí a pasármela muy bien contigo y con diana quien también es mi tocaya, los molestaba con una canción llamada hakuna matata que aparece en la película del rey león, todo el tiempo estaba cantándola como venganza por hablar tanto de dragon ball, algo que yo no entendía porque jamás fui fan del anime.

Nos pasábamos notas en esa clase y en las demás, aproximadamente dos semanas después de que nos cambiaran de lugar comencé a considerarte mi amigo.

Nos juntábamos en el receso junto con Andrea y Carlos, además de ciencias no había ninguna otra materia donde nos sentáramos juntos, debido a que casi todos los profesores nos acomodaban por números de lista y tú eras el 20 y yo la 23, casi siempre estaba a delante de ti Magaly, una niña con el cabello rizado, alta, un poco arriba de su peso normal y con una voz muy aguda e irritante, nunca comprendí porque te eran tan apegados ya que sinceramente el resto de los cuatro (Carlos, Andrea, y yo) no la soportábamos. Por el mismo lado yo me juntaba mucho con diego que en ese tiempo era mi mejor amigo, era escasamente más bajo que yo en estatura, era un poco corpulento, y bastante precoz en el sentido del bello facial.

Tú también tenías a una mejor amiga se llamaba brisa, tu y yo nos llevamos tan bien que sugeriste la idea de presentarnos, cosa que no creo que recuerdes ahora.

Comencé a tomarte bastante aprecio y así de la nada me empezaste a gustar.