Somos

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Steve y yo... Lo más hermoso que existe... Esta frase me hace estar viva.

A Steve lo conocí en mi cuarto año de secundaria, me llamaba demasiado la atención, lo reconozco... Era curioso como me miraba y el silencio que experimentaba nuestro cruce de miradas.
Era ese tipo de chicos que tienen un torbellino de misterio en su aura, de esas personas que te provocan conocerlas...
Y sin dudarlo, es mi tipo de chico. Alto, cabello oscuro, personalidad atractiva y algo peculiar entorno a su forma de ver al mundo.
Recordé que me agrado mucho un comentario que una profesora hizo de él, recordé también que gracias a una charla abierta de alumnos yo logre llamar su atención, si, me miraba a mi. Ese día se lo quise contar al mundo... Pero preferí conservar la calma.
A los pocos días, iniciamos una amena charla por chat... Bueno, no sabia demasiado de él, así que preferí ser yo misma...
A lo largo del tiempo nuestra amistad fue haciéndose más y más grande, llegamos a saber mucho, muchísimo el uno del otro, pero había un problema... Todo era por chat.
Pasó al rededor de un año entero, hasta que fue nuestra primera charla en un pasillo del edificio de nuestra secundaria, me acuerdo que me sonrojé demasiado, y él también.
En sus ojos 👀 que no me querían mirar veía un destello de algo, que no se decir que era, pero me encantaba...
Pasaron más y más los días, y cada recreo se lo dedicaba a él y a sus ojitos que no me miraban. Con cada charla ganábamos más confianza y nos conocíamos más.
Algo que me hizo caer totalmente en el hecho de que ese chico me gustaba de verdad, fue ver su sonrisa, escuchar su risa, y por fin sentir que sus ojos me miraban, era increíble... Sentí una felicidad infinita.

Hasta el día de hoy no logro comprender como alguien me puede hacer sentir tan especial,

Es esa sonrisa?,

lo curioso de tu sonrisa es que siempre que la veo siento como las mariposas se mueven y remueven en mi estómago...

Son esas charlas?,

charlas de nunca acabar, de día, de noche, a toda hora...

es el tiempo que paso pensando en nosotros?

Y es que, no puedo evitar pensar que somos algo mágico, algo grande..

Aún no lo sé, pero a mí querido Steve;
Tengo que agradecerle por cada sonrisa que me sacó, cada historia que me hizo imaginar, también le agradezco las ganas de saltar que me dan cuando me busca para charlar, en fin.

Pero mi pregunta recurrente: Qué somos?

No significa que le quiera poner título, en absoluto...

Solo es que vivir tantas cosas, sentir tanto en un escenario que no existe es raro, asusta... Pero me encanta.

No querría dramatizar mi situación con él. No querría que se transforme en algo igual a lo demás.

Será por eso que no hago más preguntas y prefiero que solo sea bonito como es hasta ahora...

Con Steve, espero que esto nunca se acabe, sea lo que sea, donde sea, solo me quedo conforme con que sea él el protagonista de todo esto.

Tal vez no le digo nada de lo que me pasa, tal vez solo me dejo llevar por la alegría que me produce esto.

Y que es esto?

Exactamente no lo voy a definir, pero por lo pronto es todo lo que siempre me gustó.

Es una razón para estar feliz, es una razón para seguir...
Es sentir que alguien está interesado en mi, y es motivación para estar interesada en alguien.

A ciencia cierta no me importa nada más de lo que pase lo único que deseo aqui, entre nosotros es que todo siga como está, que todo siga bien...

Sin lazos que nos aten, solo nuestras ganas de conocernos y nuestras ganas de ser felices.

Por otro lado, es complicado estar en un estado de incertidumbre constante...
No es malo, pero me causa mucha curiosidad.

Yo no sé, si a esto puedo llamarle amor, no sé si llamarle amistad, solo se que estamos nosotros, Steve y yo.

Cada cosa nueva que intentamos hacer, cada historia nueva que compartimos entre nosotros, me impulsa sin duda alguna a pensar que estamos más cerca de algo que no se bien que es, pero es seguramente donde los dos queremos estar.

Jamás había sentido tanto nervio al charlar con alguien, tanta arritmia previa al primer cruce de palabras, y es que mi corazón se agitó con solo pensar en su mirada, la primera vez que cruzamos palabras, la primera risa que escuche suya, carajo, supe en ese instante que tenía una adicción.

Y ni hablar de lo que comenzó solo con imaginarme nuestras charlas, y ni hablar de lo bonito que sentía cada vez que me acompañaba a recorrer esos trechos cortos pero tan intensos de camino, Y por supuesto ni hablar de la vez que me rozó con sus suaves manos...

Fue el momento dónde todo se detuvo.

Absolutamente todo. Literalmente, sentí eso que se describe en las historias de amor cotidianas...

En ese momento me mudé al laberinto cerrado de mis emociones y juro que pensé que volaba, me sonrroje demasiado... Jamás me había sonrojado al estar cerca de alguien, que locura!

Desde ese peculiar momento, supe que: si teníamos algo predestinado, tenía ganas de saber que era.

Pero como soy dramática me hice la idea a la posibilidad de que podría ser que no teníamos nada cierto en el futuro y solo era producto de mi imaginación toda esa situación. (Es decir, que ni siquiera existia un mosotros)

Es que si me pongo a pensar, hasta el momento él no me dijo nada, puedo confundir su cariño amistoso con algo más, tal vez estoy en mi derecho porque no había Sido querida así nunca antes, tal vez solo el quiera mi amistad....

No sé que tiene esto, pero estoy feliz de lo que es.

No sé que tiene esto, pero estoy feliz de lo que es

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