Creo que no aguanté, creo que me había enterrado tanto lo que quise decirle, que tuve que escribirle de nuevo para saber de él.
Pobre Steve, lo saqué de onda.
Mi intención era que volvamos a hablar, lo necesitaba demasiado en mi día a día.
Era egoísta que yo esperarse que el olvidara todo y se echara a mis brazos como si nada, pero según lo que me dijo él, fue más egoísta el hecho de decidir dejar de hablarnos.
Cuando volví a Steve, lo hice esperando querernos demasiado...
Volví a él, pero él ya no estaba... Ya no era lo mismo...
Tantos sentimientos que entran en un, "ya no es lo mismo", son directamente proporcionales al silencio que queda después de no encontrar de dónde aferrarme para pedirle que se quede conmigo.
Una vez más la cobardía me consumió, una vez más me quedé en nada... Sin Steve.
Era de esperarse que lo iba a volver a buscar, al igual que esperaba que el no quisiese volver a lo de antes...
Aunque para ser sincera, estaba en todo su derecho...
Es que me parece tan peculiar la situación, sentir como nos cuesta empezar una conversación, UNA!
Parece ayer cuando nos costaba despedirnos y los tiempos se acortaban para volver a saludarnos al otro día, y volver a empezar una super charla.
Rayos, estaba tan desolada frente a la situación que yo misma provoque, ya sabía que ni él ni yo podríamos seguir con esto...
Que sigue?
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Bueno, es curioso... Pues, cada uno propuso seguir por su lado... No me agrada la idea, pero supongo que es lo más sano. Antes de terminar peor, prefiero alejarme y callar... Sobre todo esto, sobre él y yo... Sobre algo que no se concretó...
