el castigo

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Existían días como hoy en que el presente me regresa a mi realidad abruptamente, sin previo aviso, tomandome tan descuidado que saca de mi mis peores demonios. La ira se apodera de mis pensamientos, el dolor solamente me recarga, la sangre que brota de mis heridas no hace mas que calentar mi sed de venganza, esto no se puede quedar así, jamas permitiré que alguien me juzgue, no permitiré que opinen sobre mi vida, que traten de manejar mis decisiones... moría por escribirte ayer pero pase todo el día y posiblemente parte de la noche en una celda de castigo o como la llaman aquí "lugar de reflexión". He cometido algo muy grave, según me informan, no me preguntes que he hecho mis recuerdos son vagos, sólo recuerdo golpear al interno del bloque c, después que gritara de en el patio de juegos cuanta cosa pudo sobre mi antes de reventarle la boca con un gran golpe que raspó mis puños de inmediato brotando cristales de sangre que asta el momento no se si eran de el o mías, pero que de ninguna manera me detuvo en mi misión de defender mi honra, al contrario seguido a este vinieron muchísimos golpes y patadas mas hasta perder la conciencia de mis actos. el también propino en mi barios golpes aunque no los suficientes para detenerme.

El guardián de turno me dijo que esta interno y en delicado estado de salud, pero eso a mi no me importa, si por mi fuera seguiría ahí golpeándolo haciéndole entender que con migo no se meten... fui llevado a un cuarto donde no se logra ver ni la palma de las manos, aya estuve como te dije al inicio buen tiempo mientras lograba encontrar la calma, para apaciguar mis gritos y minimizar mi mal humor, e insoportable carácter fui bañado con agua fría, durante varias ocasiones, así que te imaginarás lo sucio y mojado que me encuentro hoy...

No consigo paz desde ayer han sacado el peor de mis demonios aquel que creí muerto, ese que nació producto que mi soledad y el que use durante mucho tiempo para dominar mi mundo. Cuanto tenia 15 ingrese a una pandilla, era importante tener sangre fría para poder formar parte de ella, podrás imaginarte lo bien que se sentía ser aceptado y respetado por un grupo de personas, las peleas callejeras eran constantes, así que nuestro líder "el mono", nos entreno día y noche haciéndonos no los mejores pero si lo sufientemente buenos en el arte de la pelea puño limpio y a cuchillo.

Siempre fui el mejor en mi clase, podía robar o engañar a quien quisiera solo con el mas mínimo esfuerzo, nuestros encuentros estaban llenos siempre de alcohol o cigarrillos, nunca probé drogas por ser el líder del grupo de escoltas de nuestro jefe , por nuestra edad solo se nos permitía ingresar a chiquitecas aprendí el arte de enamorar, conocí muchas mujeres que atraídas por el encanto de mi chaqueta de cuero, mis pantalones rotos y mi cabello largo, si insinuar mi gran cara de chico malo, se acercaban a mi sólo con la intención de conocerme, y pasar ratos divertidos con migo.

Estuve preso en muchas ocasiones, por protagonizar riñas e irnos a golpes dejando a miembros de las demás organizaciones inconscientes o heridos de gravedad, incluso en una de esas peleas me golpearon con una cruceta tan fuerte que me desprendieron la mandíbula y debí ser intervenido de emergencia; debí inventarle a mi padre que me había caído por la escaleras con tan mala suerte que el impacto de mi traspié fue recibido por mi cara, no se si me lo creyó lo que si se es que su atención hacia mi siguió siendo la misma.

Sabes quien ingresa a este mundo muy difícilmente puede salir, a nuestro jefe quien no tenia mas de 20 años lo mataron frente a mis compañeros de grupo y a los demás nos amenazaron en un panfleto con esparcieron por toda la comuna de que o desistamos ed la loca idea de ser los malos o moririamos, así que muchos tuvimos que cambiar o abandonar esta vida.

Hoy después de golpear a este tipo, logre sentir la adrenalina de hace muchos años con la diferencia de que aquí dentro de mi existe un sentimiento de culpa y arrepentimiento y no te lo niego temor por las consecuencias de mis actos, hoy no ahí una pisca de tranquilidad por ningún rincón de mi cuarto solo deseos desesperantes de salir de aquí, de no continuar con tan insoportable y poco productiva búsqueda, hoy a pesar del intenso sol de este lugar no ahí ni un rayo de luz en mi cuarto no porque no atraviese el marco de mi ventanas si no porque he cometido el mayor de los pecados que un ser puede cometer... agredir a otro sin piedad.

Ya solo queda esperar rogar que las consecuencias sean pocas, por ahora te cuento que aumentaron mis terapias incluso me están suministrando medicamentos para la ira y para poder dormir, no quiero sentir que estoy enfermo, porque no lo estoy, no es por eso por lo que estoy aquí, esa no es la causa de mi encierro....¿pero si no es esa, cual es?

Con una actitud un poco Iracundo y desesperado aunque dopado por tanto medicamento

Logan.

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