Una Nueva Oportunidad para Amar ♥ Julenath (One- Shot)

Capítulo Único

Ring...

Sonó la última campana del día dando le fin a la jornada de clase.

Todos salen corriendo, ya es viernes, es inicio de fin de semana.

Me quedó unos minutos aun en el aula, hace unos días paso lo de que Marinette me rechazó, sacó mi cuaderno de dibujos, ese mismo día dibuje a Ladybug, una chica que no tiene miedo a nada, una chica muy valiente y fuerte...

-¿Nathaniel?- escucho a alguien en la puerta.

-Oh, hola Juleka, ¿qué haces aquí?- pregunto.

-Eso mismo debería preguntarte yo- menciona señalando el reloj-salimos hace quince minutos y sigues aquí, ni siquiera has guardado tus cosas-

Se acerca a donde estoy sentado.

-Ah sí, wow no creí que ya hayan pasado quince minutos del toque- excuso.

-¿Estás bien?- me pregunta.

Yo no respondo mientras guardo mis cosas.

-¿No te ibas con Rose?- pregunto.

-Noup- se sienta en la mesa- vi tu bici a fuera y como todo mundo salió, le dije a Rose que te iría a buscar-

-Ah ya- digo sin importancia.

-Nathaniel enserio, ¿qué te pasa?- pregunta.

-Nada- respondo frustrado bajando las escaleras.

-Es por Marinette, ¿verdad?- pregunta casi en un grito.

Paro mi caminar y abro completamente mis ojos, siento que las lágrimas empiezan a bajar, escucho los pasos de Juleka atrás mío, limpió mis lágrimas con la manga de mi chaqueta.

-Mira Nath- menciona poniendo su mano encima de mi hombro- ya sabes que Marinette esta enamorada de otra persona, no puedes vaciar su corazón y llenarlo, creo que debes dejar de intentarlo, es momento de dejarla-

-Esque...- trate de decir.

-¿Es difícil?, ¡claro que lo es!, ¿quién te dijo que iba a ser fácil?- pregunta Juleka- no lo es, pero te creo capaz de lograrlo, yo lo se, ya verás-

Yo solo asentí y la abracé con fuerza, sentí que correspondía a mi abrazo, esto se siente bien, necesitaba un abrazo de estos.

-Gracias Juleka- susurró.

-No hay problema Nath, aquí me tienes para ayudarte- comenta.

Me suelto del abrazo y veo sus ojos llorosos.

-¿Qué tienes?- pregunto.

-No nada, esque me puse algo sentimental- confiesa y ríe.

-Lo siento- digo entre risas.

-No te preocupes, ¿porqué no vamos por un helado?- pregunta.

-Está bien, vamos por mi bici- comento.

Ella asiente y vamos por ella.

Me subo en ella y le hago una señal a Juleka para que se monte atrás.

-¿Qué?, yo iré caminando- excusa.

-Oh, vamos, si tienes miedo a caerte, solo agárrame bien fuerte, ¿sí?- comento para darle seguridad.

-Esta bien- accede sentando se.

-Oye pero tampoco tan fuerte, no me vas a dejar respirar- digo.

-Lo siento- se disculpa y baja la fuerza del abrazo.

-No te preocupes- comento tomando aire- ¿lista?-

Ella asiente.

-Aquí vamos- digo y empiezo a pedalear.

Mientras vamos de camino en la heladería siento como vuelve a ferrarse con fuerza de mi.

-Tranquila, no esta muy lejos- le comento tratando de calmarla.

-Lo se, no estoy asustada- menciona fingiendo.

...

-Ya llegamos Juleka, ya te puedes bajar- le comento.

-Ah sí, gracias- dice bajando se y soltando me.

-¿De qué quieres tu helado?- le pregunto.

-De chocolate- responde.

-Bien, yo pago- le comento.

-Ah no tienes que hacer eso- dice ella sacando su dinero.

-Enserio- digo negando recibirlo- es por ayudarme, así que tranquila-

-Aun así- me deja lo que cuesta en mi mano- por favor, yo pago el mío-

Yo solo suelto un suspiro.

Luego de haberlos pedido, nos sentamos a fuera en la acera mientras nos comíamos nuestros helados y charlamos de varias cosas, algunas muy graciosas.

-Bueno...- dice terminando se su helado- creo que ya debo irme-

-Te acompaño- digo levantando me.

-Esta bien, pero no me voy a volver a montar- menciona.

-Esta bien, podemos ir caminando- accedo.

...

-Gracias por los consejos y por hacerme sentir mejor- menciono cuando estamos en frente de su casa.

-No te preocupes, cuando quieras- dice.

Me acerco y la abrazo.

-Juleka, te quiero- menciono un poco nervioso.

Por unos segundos, se queda callada.

-Y yo a ti Nathaniel- la escucho decir- y mucho, te quiero desde hace mucho-

Cuando se separa le doy un beso en la mejilla.

-Bueno, yo me voy, nos vemos el lunes- le digo separando me de ella.

-¿Qué tal si nos vemos mañana?- pregunta.

-¿Qué quieres hacer?- le pregunto.

-Vamos al cine- contesta.

-Perfecto, nos vemos mañana- le digo despidiendo me con la mano.

-Bien, hasta luego- se despide.

Empiezo a pedalear de camino a casa.

Tal vez si, ya debo superar a Marinette y darme una nueva oportunidad para amar...