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Otro día aquí, creo que ya he perdido la cuenta. Bueno... No exactamente, llevo en este lugar de porqueria 276 días, y esto es un infierno, ¡me estoy volviendo loca! (Más de lo que ya estoy) en todo este tiempo, lo único que he hecho es querer morir, no conozco a nadie, la comida es una mierda, las camas son más incómodas que una pila de rocas, y cabe aclarar, que solo hay dos... Individuos más de mi edad, los dos hombres, uno de ellos en verdad esta loco, siempre está pegado a una pared hablando solo, el otro... No es tan malo, y no es nada feo, pero siempre se la pasa hablando de lo perfecta que es su novia (solo lo escucho por aburrimiento, no es que... Me interese, solo... ¡Estoy loca! ¿Entendido?) bueno, ellos dos siempre están juntos, aunque el "loquito" este pegado a la pared, el guapo está junto a él, parece que se seguirían hasta el fin del mundo. Pero eso, acabará pronto, faltan exactamente 56 días, 16 horas y 43 segundos para que el "loquito" se harte, ¿cómo lo sé? Eso es lo que parece, el mismo lo dice, por su puesto que escucho todo lo que dice, algo me servirá algún día, estoy segura.
¿Quieren saber cómo llegué aquí? Ni yo lo sé, pero por lo que escucho, dicen que estoy mejorando y que quizás pueda salir pronto, si eso pasa... ¿¡Dejare de ver al guapo!? Fuck, por si se lo preguntan, siempre me gustó, nunca le hable y nunca le hablare, mi "amiga" decía que siempre que me gustaba alguien me lo quedaba viendo, y si por algún motivo le tenía que hablar, parecía una loca, Emm... No lo creo, pero bueno.
Desde que me cambiaron mi medicamento he soñado con salir, eso puede suceder mañana o en años, quizás, pero quiero volver a comer una buena hamburguesa, y no de las que sirven aquí adentro.
Lo único que puedo hacer aquí dentro es escuchar música, y en verdad que lo disfruto, a veces leo, pero prefiero escuchar música, por su puesto que me gusta leer, pero lo único que tienen aquí dentro es romance, y en verdad que odio el romance, por eso, mi música, no es lo que las niñas de mi edad escucharían, a ellas les gusta... Amor, amor amor y más amor para todos y para toda la vida, a mí me gusta otro tipo de cosas, amor, muerte, gritos (gemidos, por su puesto que son mejores canciones si contienen gemidos).
Perdón, se me estaba olvidando, me presentaré, me llamo Amalia, Amalia Glöckner, significa campanero en Austria, por si no lo sabían, tengo 16 años y 129 días, (quizás lo siguiente no les importe, pero aun así se los diré) me gusta el fútbol, y no, no es por moda, ¿cómo sabría si es moda? Estoy dentro de un manicomnio, aquí no me sirve de nada la moda, mi animal favorito son los tiburones, ¿por qué? Porque no son tan malos, sólo incomprendidos (nota: los tiburones comen 6 personas al año mientras que las personas, matan a 11'500 tiburones por hora) mis colores favoritos son el rojo, el azul y el negro, mi película favorita se llama bajo la misma estrella, JA, NO, nunca, es Babadook, mi canción favorita es de una serie para niños, claro, de una banda que no es nada para niños, y esta, es mi historia, bueno... No, la historia de cómo me pudro dentro de este lugar de porqueria.


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Bien... Un día más de mierda en este maldito lugar.
Les contaré mi historia... Soy un adolescente, pero no uno normal, con amigos y que sale de fiesta los fines de semana, no, eso es lo normal y cómo podrán notarlo yo no lo soy y les diré porque.

Digamos que tengo un... ¿Como decirlo? ¿problema? O bueno, eso me decían mi mamá y mi papá cuando era pequeño, pero para mí es normal, o bueno al menos yo pienso así. Resulta que yo pienso diferente a las demás personas, no creo mucho en el amor y cuestionó que exista Dios, o al menos no creo que sea como el Dios que todos pintan; bueno, bondadoso, amable, piadoso. No.

Desde los 13 años me ha gustado fumar y pues se ha convertido en un vicio hasta la fecha. Tengo 17 años y si, tal vez piensen que empecé desde muy joven... Pero que más da, algún día voy a morir y que mejor manera de morir que haciendo lo que me gusta. Fumar.

Ahora les explicaré como es que estoy en este asqueroso departamento. Bueno cuando mi mamá se entero de que fumaba me saco de casa, y dijo que estaba muerto para ella, que era una deshorna para la familia y bla bla bla. Pero conseguí un departamento al lado de un puto basurero. Bien hecho Grayson. Voy a fumar un rato fuera.
Salí, como siempre a la parte de atrás del viejo edificio con una cajetilla nueva. Puse uno en mis labios y y lo encendí. Inhale ese ¿humo? Que mata a lo largo del tiempo pero me encanta, me relaja. Pasaron las horas y yo estaba sentado en un banquito viendo como oscurecía. La verdad me gusta lo tranquilo.

Escuché un sonido pero lo ignoré completamente, los gatos siempre juegan en la basura así que es normal. Ya no escuché nada y me asuste, normalmente los gatos hacen más de un sonido. Fui a ver porque, soy retrasado y me encontré con dos personas algo... ¿extrañas?. Las ignoré y me fui, pero me siguieron. Me dio igual, ¿qué me iban a hacer? Nada.

Empecé a forcejear con ellos, eran más o menos de mi porte; altos y fuertes. Pero ellos eran dos y yo era uno, lo cual no era justo, pero así es la vida, ¿no?.
Peleamos hasta que llegue a noquear a uno, el más grande así que el otro fue fácil de derribar. Los dos terminaron en el suelo junto con mi cigarrillo que se apagó, lo tome y lo encendí para terminármelo.

En 5 minutos ya estaba en mi piso acostado escuchando música, nada calmada. Estaba pensando en la muerte hasta que caí en un profundo pero bien merecido sueño.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2017 ⏰

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