Cuando dieron las once y Yoongi no apareció por la puerta, Hoseok supo que la había cagado. Se reprendió de nuevo por ser tan endemoniadamente torpe y sirvió un descafeinado a uno de sus clientes con la sonrisa más falsa que podía poner.
Intentaba animarse repitiendo en su mente las palabras del chico con traje. "Nos vemos mañana, Hoseok", había dicho con su típica media sonrisa, pero aún no había aparecido.
¿Por qué no había aparecido?
Suspiró, dejando caer la cabeza sobre el mostrador y cerrando los ojos. Lo único que quería era hablar un rato con su cliente favorito, servirle su mejor café y tal vez conseguir su número de una vez por todas, pero solo consiguió acabar empapado de Americano y que el chico huyera de él.
Bien, Hoseok, bien.
-Disculpe, señor cadáver, ¿cree que sería mucha molestia pedirle que reviviera para servirme un Americano?
Levantó la cabeza rápidamente, ignorando el dolor en su cuello, y sonrió al ver al cliente frente a él.
-¡Has venido!
-Te dije que lo haría.
Hoseok se sonrojó bajo la intensa mirada del pelinegro, pero se movió con rapidez para preparar el café.
-¿Hoy no te sientas? - preguntó, girando la cabeza ligeramente y haciendo un puchero. Sabía que eso significaba que se iría rápido.
-Tengo trabajo.
Se volvió a girar para acabar de preparar el café y murmuró por lo bajo.
-Maldito trabajo.
Cuando volvió la vista hacia su cliente éste tenía una gran sonrisa en el rostro que Hoseok no supo descifrar. Estaba seguro de que no podía haberle oído. O, bueno, casi seguro. Muchas veces Jin le decía que hablaba más alto de lo que pensaba.
-¿A qué hora acaba tu turno?
Hoseok sabía que si hubiera tenido el café en la boca en vez de entre las manos lo habría escupido.
-¿Qué? - preguntó, queriendo asegurarse de que había oído bien.
-¿A qué hora acaba tu turno? - repitió.
-A las seis.
-Bien, entonces nos vemos a las seis - el chico le quitó el café de las manos, dejó el dinero en el mostrador y se giró, pero a medio camino paró para volverse hacia él -. ¡Ah, y es una cita!
Se sonrojó notablemente cuando lo vio seguir con su camino, pero se dio cuenta a tiempo de un pequeño detalle.
-¡Oye! - gritó, ignorando el hecho de que todos en la cafetería los miraban, y viendo únicamente como el pelinegro se giraba una vez más, en la puerta -. ¿Cómo te llamas?
El chico sonrió.
-Min Yoongi.
-Jung Hoseok.
-¡Encantado, Jung Hoseok, te veo a las seis! - salió del establecimiento, esta vez sí, con un café en la mano y, de nuevo, una sonrisa en el rostro.
Y Hoseok no pudo dejar de mirar el reloj durante el resto del día.
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AMERICANO - Yoonseok
FanfictionYoongi siempre pide un Americano, y Hoseok siempre se lo sirve. (O... ¿por qué Yoongi sigue yendo a esa cafetería si hay una en su empresa?). Two-shot. Yoonseok. Fluff. Obra completamente mía, prohibidas copias o adaptaciones.