¿Quieres ser mi novia ? (La pandillaRD)

Pensamientos, juego de baloncesto, calido beso.

Neni

No estaba dispuesta a ser parte de esa falta. Ellas mentían y yo lo sabía. No podía creer por qué mis amigas eran tan ingenuas y no se daban cuenta de las sonrisas hipócritas que le lanzaban. Salí furiosa de aquel lugar. Ni siquiera se percataron de eso. Y como, estaban demasiados entretenida hablando con esas.

Camine sin rumbo, mientras todos mis pensamientos se ligaban entre si. Desde Los problemas en casa, las constantes peleas con mis padres, hasta estos con mis amigas. De pronto alexander entró en ellos. Una tomar sonrisa se dibujó en mi rostro. Amaba a ese chico con locura, que difícil querer a alguien y no ser correspondido. Para el yo era diferente, la acosadora, la maniática, la fan. Aunque en estos días e tomado distancia y e actuado como si no me importase. Creo qué tengo que recoger la dignidad que por el había tirado hace muchos años.

Mis pies se habían detenido en la cancha. En la grande y solitaria cancha de baloncesto. La hermosa luna que iluminaba aquel lugar, los asientos vacíos, el brillo de las estrellas, el sonido de los grillos todo era perfecto para despejar la mente. Me quite mis zapatos y deje que mis pies descalzos tocaran el piso. Se sentía increíble.

<< y yo oh oh, quiero sentir tus labios vida mía ah ah, que sepas que te amo noche y día ah ah, y que mi amor nunca va a terminar...>>

Empecé a tararear casi en susurros.

– y yo oh oh, con tan solo un besito me conformo, es brom... – me pare en seco al escuchar una voz que no es la mía y el sonido de un balón contra el suelo. –Mierda acaso no puedo estar tranquila. – susurre.

– bueno, solo vine hacerte compañía no a quitarte tu tranquilidad – esa voz que tanto conocía me hablaba.

Alexander.

– ¿qué haces aquí Rodríguez? – tragué saliva.

– bueno, vine hacerte compañía pero me echaste así que ya me voy – fingió un mohín con los labios y se volteó para irse. Empezó a caminar despacio y yo contuve las ganas de decirle que se quedara.

Vi como se paro y luego giro hacia mí con sorpresa.

– wow – susurró. – sabes que, no me iré. ¿Que te parece si jugamos un poco de baloncesto? Se que te gusta y lo haces muy bien.

– ¿que?

– eres una mal pensada, no lo puedo creer – este explotó en carcajadas. Yo rodee los ojos.

Sus risas no cesaban, así que me acerque a el. Tome la pelota y se la aventé ala cabeza. Ahora era yo quien reía ante su ceño fruncido por lo que yo había hecho. Empecé a picar la pelota hasta el aro de la cancha y puede ver cómo me seguía de tras. Lancé el balón hacia el aro justo cuando iba a entrar, dio un salto logrando esquivarla para que no entres.

– bien, juguemos – sentía la adrenalina correr por todo mi cuerpo. De repente, sentí el balón en mi cabeza. Provoco que me balanceara un poco y caí tropezando con mis propios pies. Sentía la cabeza dándome vueltas y una punzada en la zona. Sentí como alexander se arrodillaba hasta mi altura.

– mierda, yo lo siento, lo siento – estaba desesperado.

– no p..asa na...daa – mi voz estaba temblorosa y el dolor de cabeza era más fuerte.