La sirvienta del conde (vampiros)

¡Soy un vampiro! ¿y que?

Vi al Conde con una maldita vampira, ¿Pero por que me importa? Si el no es nada mio, solo soy su estúpida sirvienta, nada mas...
¿Por que estoy celosa? A caso... No! No puede ser... ¿me enamore del Conde?...

―La luna dara comienzo al ritual de elección, preparence para ser elegidos por la luna, pero solo dos vampiros serán elegidos para gobernar entre nuestra especie..― dijo el mismo hombre que había hablado hace rato.

La luz de la luna penetro por dos cristales que estaban en el techo del castillo.
Las luces recorrieron todo los rincones hasta que una luz se detuvo en donde el Conde estaba parado.

―¡Ahora contemplen al siguiente elegido quien sera su acompañante!― dijo el hombre.

La luz recorrió todo el lugar y se detuvo en mi.... ¡Mierda! ¿Ahora que hago? ¿Por que yo? ¡¡Si que me odias destino!!.

―Así que eres la elegida...― dijo el Conde acercándose con una sonrisa tentadora.
Todos los invitados hicieron una especie de ronda y el Conde y yo quedamos como el centro de atención, ¿Por que mierda vine? Ahora se dará cuenta de que soy un vampiro...

―¿Puedes quitarte la mascara? Necesito ver a mi elegida― dijo el Conde acercándose.

―¡No!― grite mientras di unos pasos atrás.
El Conde se sorprendió al igual que todos.

―Esto es un malentendido... Yo no puedo gobernar!― dije asustada.

―¿De que hablas? Eres un vampiro, es tu deber!― dijo un hombre que se acercó enojado, pero el Conde lo sostuvo.

―Si no quieres morir por traición a los vampiros, hablá!― dijo el Conde

―Perdon pero yo...― fui interrumpida por un gran terremoto que sacudió todo el lugar.

―¡Los demonios nos atacan! ¡Corran!― dijo un vampiro gritando.
Mientras todos corrían yo fui atrapada por un hombre, y si! Era un maldito demonio!.

―¿Eres la supuesta elegida?― dijo mientras lamió mi cuello.

―¡Sueltame maldito demonio asqueroso! ¡Que ¿no oíste? Sueltame!― grite pero el me solto bruscamente y caí al suelo.

―¿Te crees valiente idiota?― dijo riéndose y se acercó a mi.

Me levanté, pero mi máscara se había caído, dejando ver mi cara....

―¡Maldito idiota! ¡me las pagaras!― grite enojada.
Mis colmillos sobresalieron de mi boca, mis ojos se tornaron rojos y sentí que mi sangre ardía.

―¡¿Hotani?!― dijo el Conde sorprendido.

―Conde....― Susurré.

―¡Pelea idiota!― grito el demonio.

―¡¿Quieres tu maldita muerte tan pronto?!― grite y me acerque a él.
Pero el Conde me agarro y me hizo desaparecer de ahí en un Parpadeo y aparecimos en el castillo.

―¡¿Quieres explicarme esto?!― dijo el Conde resaltado.

―¡A ti no te tengo que dar explicaciones!― exclamé para luego subir las escaleras, pero el Conde agarró mi mano.

―¡Tu me explicarás todo! Te guste o no!― exclamó enojado y me llevó en un lugar apartado del castillo, parecía un río o algo así, la cuestión es que estábamos sentados en unas rocas grandes...

―¿Por que eres vampiro?― pregunto el Conde algo tranquilo.

―No lo sé, solo se que cuando bebí por accidente ese veneno me convertí en esto... Ahora entiendo por que mis padres me decían que siempre fui especial y diferente a los otros niños―

―¿Por que nunca me lo dijiste? ¿Por qué asististe a la fiesta? ¿Por qué.....― interrumpí sus preguntas con un beso.
No es que quería hacerlo, solo lo hice para callar esas preguntas que no sé como responderlas, me duele... Por que no se nada, Nose ni por que soy un vampiro.

―¿Ahora lo entiendes?― susurré.
Tratando de dar a entender que también es por amor.

―No, no entiendo nada! ¿no entiendes que esto podría terminar con tu vida?― dijo el Conde un poco resaltado, ¿a caso no siente nada por mi? Bha! No importa, no espero que lo haga... Pero igual siento un dolor en mi corazón...

―No espero que entiendas esto, ni tampoco me importa, solo dejame en libertad― dije seriamente levantándome de ahí.

―No lo aré!― dijo el Conde sosteniendo mi mano.

―¿Por que? Ni siquiera te importo! ¿Por que no te preocupas por ti y.....― me beso, fue un beso de tanta pasión y frustración que sentí en mis labios, pero me sentí aliviada, de que él correspondiera a mis sentimientos...

―Me importas... Y mucho... ¿no te diste cuenta?― susurró en mi oído y me abrazo.

―Maldito Conde, no me hagas perdonarte― reí.

―Lo tendrás que hacer, si no...― se acerco a mi boca...

―¿si no que, Condecito?― dije provocando roces en sus labios...

―Deja de provocarme...― me volvió a besar.

¿Tuve que pasar por todo esto para que me bese? Bha! Valió la pena, ¿no?...

Después llegamos al castillo y Anie ya tenia lista la cena, lastima... Quería cocinar!.

Después de cenar me di un baño, me puse mi ropa para dormir y antes de acostarme en mi cama alguien toco la puerta, ¿sera Anie?....
Cuando la abrí era el Conde, ¿desde cuando el Conde toca la puerta?.

―¿Desde cuando el conde toca mi puerta?― pregunte sonriendo.

―¿A caso no puedo?― pregunto sonriendo.

―No importa total sigues siendo el Condecito maleducado― dije riendo

―Eso es por tu culpa...―

―¿A que se debe tu interrupción? Estaba apunto de dormir!― pregunte acercándome a él.

―Esta noche no dormidas sola― susurró el conde a mis oídos...
Continuará...

Próximo capítulo:
"La verdad es revelada"

Después de creer que todo se solucionó, otro problema del pasado llegara a mis oídos...

¿Por fin descubriré por que soy un vampiro?

Pero después de eso tendré que enfrentar un problema mas...
¿Cuál es?