Caminata de medianoche
El sol comenzaba o ponerse en el horizonte, marcando el final de otro día y el inicio de la noche, un hombre solitario caminaba por las calles de Yokohama. Caminaba despreocupado, con las manos en los bolsillos y la letra de una canción en los labios.
El hombre pasó por la calle comercial sin detenerse a mirar ninguna vitrina, sin reparar en la gente que ofrecía espectáculos callejeros ni en las personas que promocionaban restaurantes, impasible continuaba su camino y no se detuvo hasta estar frente un pequeño café.
Al abrir la puerta el delicioso aroma del café lo envolvió como una suave sabana sacándole una imperceptible sonrisa.
Recorrió el pequeño local con la mirada hasta que lo vio. Lo vio sentado en una mesa al fondo del lugar, con los brazos cruzados y expresión malhumorada.— Hola enano— saludó alegremente, al tiempo que se acercaba a la mesa, el aludido lo miro molesto.
— Ya era hora imbécil, llevo esperándote más de veinte minutos.
Dazai soltó una risita.
— ¿Qué es tan gracioso?
— A pesar de lo molesto que dices estar, me esperaste.
Las mejillas de Chuuya se colorearon levemente de rojo, pero en un segundo el rubor desapareció cuando una certeza se instaló en sus pensamientos.
— Maldito, no me digas que llegaste tarde a propósito.
— ¿A caso lo dudas? — respondió Dazai divertido.
— ¿Cuál es el maldito punto de eso?
— Si llegaba tarde y aun estabas aquí esperándome significaría que realmente querías este encuentro.
— E-eso no es verdad. Vine aquí solo porque me lo pediste y dijiste que solo por esta noche sería una tregua. Dijiste que me darías respuestas de lo sucedido hace cuatro años.
— Y lo haré, pero antes deberíamos ordenar algo.
Dicho aquello, Dazai le hizo señas a una mesera quien rápidamente se acercó.
— ¿Ya decidieron que van a tomar?
— Si, yo quiero un café moca— dijo Chuuya después de darle un rápido vistazo al menú.
— Un café moca— anotó la mesera e su libreta para después voltearse hacia Dazai— Y usted, señor, ¿Qué desea ordenar?
— Me gustaría un café americano.
Chuuya notó que Dazai ni siquiera había visto el menú.
— Entendido— contestó la mesera para después retirarse.
Una vez la mesera se fue Chuuya habló.
— Ni siquiera viste el menú.
— No necesitaba verlo, sabía desde un principio lo que iba a pedir y hablando de lo que ordenamos, veo que te siguen gustando las cosas dulces.
— Y a ti las amargas.
— En la escala de dignidad las cosas amargas quedan muy por encima de las dulces.
— Deja de burlarte de mí.
— No me estoy burlando, solo estoy exponiendo los hechos. Y un hecho innegable es que tienes gustos de niño.
— Agh. Odio que hagas eso, por algo me plantee mucho la opción de no venir.
— Pero a fin de cuentas lo hiciste. Estas aquí.
— Si, pero solo vine por respuestas.
— Repítelo hasta que te lo creas.
— Acabemos con esto, te hare las preguntas, las contestaras y podré largarme de aquí.
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Caminata de medianoche [Soukoku] [Bungou Stray Dogs] [One-shot]
Fanfiction"De vez en cuando no es tan malo caminar a tu lado"