Plumas

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Entonces ocurrió... nunca se pudo imaginar que algo tan sorprendente y extraordinario le pasara: de repente surgían dolorosas alas entre medio de sus omóplatos, y podía volar... era algo venido de otro mundo, algo terriblemente doloroso y mágico que no podía expresar con palabras, no entendía cómo el mundo se había dado vuelta con todas estas últimas experiencias. No hacía más de una semana que su vida era puramente ordinaria, que tan sólo bastó con un hecho, logrando así, un cambio profundo y radical en su vida.
      Miró a Aras desde lo alto, con cierto susto por el vértigo, una paradoja, ya que temía por las grandes alturas, y le gritó:
      -No entiendo nada, ¡Necesito comprender!
      -No hay nada qué explicar -respondió Aras desde el suelo. Observa qué ocurre... ¡Sos un ángel!
 
     Sintió el suave calor de la sangre recorrer por sus venas, su piel se erizó y un mareo comenzo a abrumarla, luego no supo de nada más; su tele se apagó: se había desmayado. Su descenso fue instantaneo. De no ser por Aras que levitó un poco a su encuentro, en el aire, hubiese ido directamente al piso.
       Despertó, se levantó de un salto e inmediatamente ubicó la vista a sus costados. Las alas no estaban. Suspiró... sólo fue un sueño. De pronto la puerta de su habitación se abrió y su mamá entra llamándola.

-Ludmila... ¡Ah! ya despertaste. El papi se fue a comprar pan; me dijo que te despierte porque me contó que después se tenían que ir a control médico.

Todo volvía a ser normal. Suspiró nuevamente y asintió. El timbre de la casa sonó..

-¡Ah! esa debe ser Albita y la bebé
-¡Ay esperame! ¡Quiero ver a la gordita!
 
Recorrió los pasos de su madre, aún con la ropa que utilizaba para dormir, se puede decir que era su pijama y cuando ella abre la puerta, no resultó ser quienes esperaban, se trataba de aquella persona que la perseguía por todos lados con aires de misterio, aquella que la venía atormentando en sus sueños, aparentemente sueños...
      -Aras... -Liberó aliento.
      -¿Me reconocés?

~
yyyy hasta ahí me acuerdo del sueño... igual quedó con un final copado jaja
-Ludmila. ♡

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