Sueños

Sin Escape

Sentía un miedo inevitable. La persecución era aguda y solo podía oír y pensar en el temblequeo de su dentadura, el resto era el sonido del agua debajo del mar; todo pasaba a un segundo plano aunque sea por ese único segundo, porque de pronto volvió a despertase a la verdadera realidad, y frente a ella se encontraba  aquella demente con ese vestido blanco suelto, suelto al igual que su cabello negro, pero sobretodo largo, que marcaba el camino hacia sus pies que estaban descalzos. Su mirada parecía endemoniada y sus manos descuidadas sujetaban un cuchillo y no se trataba de un simple utensillo, mas bien era una cuchilla grande y filosa. Y allí parada, al pie de la cama, esperaba una reacción.
      Ana sólo consiguió gritar para luego salir velozmente de la habitación, y en el camino hacia la salida, se encontró con su hermano y amiga, en la cocina. Su hermano detuvo a la loca, y con desesperación les gritó: "¡ANDATE ANA! ¡VAYANSE LAS DOS!"
      Ana logró visualizar su celular y se lo llevó consigo, al igual que las llaves para abrir la puerta del frente. Sabía que su mamá siempre llevaba su celular con ella cuando se iba a comprar. La situación crítica no le permitió a Ana que pensara acerca de lo que le podría a llegar a suceder a su hermano, y con el corazón estallando latidos, salieron de la casa corriendo lo más veloz posible, llegando así a la esquina, cuando de repente sintieron las puertas de su vecina abrirse. Frenaron. Ana desesperadamente le dijo:
-¡Por favor, dejanos pasar! Hay una asesina en mi casa! mi hermano se encuentra ahí, y necesito un lugar seguro para llamar a la policía y a mi mamá!
-Por supuesto, pasen, pasen.

Todo pareció que sucedía en cámara lenta. Sintió el seguro de la puerta hacer el 'click', en el preciso momento que su celular comenzó a sonar. Como si la telepatía hubiese obrado, el contacto que aparecía en su pantalla era el de su mamá.

-Mami...
-No.

Comenzó a sentir una carcajada cínica a través del teléfono. Fue una voz, y no precisamente la de su madre...
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Fin de sueño... Mas bien pesadilla jajaja
Besitos ♡
Ludmila