Te amo, Levi Ackerman (Riren)

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-Vamos a bañarnos bajo la lluvia -rogaba el castaño.

-No seas infantil, Eren. Ya estamos muy viejos para eso -le respondió el azabache.

-No seas amargado. Cuando eramos pequeños te encantaba, pero desde que cumpliste los dieciocho años te volviste un aguafiestas -Dijo Eren mientras se sentaba en su regazo y hacía cara de disgusto.

-He madurado que es diferente -le respondió mientras trataba de bajar a su amigo.

-Anda, solo un poco -se aferró a su cuerpo como si su vida dependiera de ello -prometo no tirarte a los charcos -puso una mano en su pecho mientras su expresión cambiaba a una firme.

-Estas enfermo -se rindió y dejó que el menor se quedara encima suyo.

-Ya estoy mejor, ¿Acaso eres ciego? Vamos, casi nunca te pido nada -hizo un pequeño pero tierno puchero, cosa que al azabache no pudo resistirse.

-Tch. Maldito mocoso, anda vamos -se levantó molesto aún con Eren en sus brazos.

-¡Sí! -Gritó emocionado el castaño.

Ambos (con Eren aún en brazos de Levi) llegaron a la azotea.
Una fría brisa los recibió y las gotas de lluvia no tardaron en mojar sus ropas.

-¡En marcha! -dijo el menor mientras se deshacía de su ropa.

-¿Qué crees que estas haciendo, mocoso? -preguntó Levi alarmado.

-No voy a bañarme con la ropa puesta, estorba, quiero brincar, correr y saltar aunque me caiga un rayo -cuando estuvo en ropa interior comenzó haciendo todo lo anterior mencionado, claro, obviamente no pasó la última parte, por suerte para ambos chicos.

-Idiota -Levi comienza a quitar sus prendas hasta quedar igual de expuesto que el castaño.  Fue hasta donde éste estaba y lo paró -. Oye, tranquilo, un paso en falso y caes del edificio -mencionó el azabache quien lo abrazó por la espalda para que no hiciera algo estúpido.

-Hey, no soy tan idiota como tu crees, sé cuidarme solo -afirmaba mientras trataba de sacarse de su agarre.

-Sabes que soy más fuerte que tú -dijo Levi para que el castaño se rindiera, era realmente estúpido tratar con él, en una pelea es obvio que sabríamos quien ganaría por más que Eren se pusiera a chillar diciendo que él sería quien obtuviera la victoria.

-Hace unos momentos atrás no me pudiste quitar de encima tuyo -le dijo seguro.

-Obvio no, eres tan terco que aunque te hubiera tirado al suelo volverías a estar encima mío -dijo con cierto fastidio en su voz.

-Mejor acepta que me amas y que por eso no querías bajarme -el azabache no pudo evitar ponerse tenso, aunque se le pasó al momento y solo rodó los ojos.

-Sí, claro piensa, lo que quieras, niño ingenuo -lo soltó.

-¡Soy libre! -el castaño levantó sus brazos y corrió por todo el lugar mientras una genuina sonrisa se mostraba en sus labios. Le encantaba la sensación de las gotas de lluvia chocando contra su rostro, lo hacían sentir relajado y feliz.
 
El azabache solo observaba todos y cada uno de sus movimientos. No pudo evitar sentir una sensación cálida en su pecho al ver la sonrisa de Eren.

"No, Levi". Pensó el mayor haciendo que esa sensación desapareciera tan rápido como llegó.

[...]

-Imaginé que esto pasaría -Levi suspiró.

Después de estar bajo la lluvia una hora entera, tomaron sus prendas y caminaron por los pasillos del lugar. Sin ser vistos por nadie, llegaron hasta su departamento y cerraron cuando estuvieron dentro.

Levi no dudó en darse una ducha cuando estuvieron una vez dentro, en cambio Eren solo se cambió de ropa y se acostó en la sala para mirar televisión.

El castaño estaba con temperatura y la tos y gripe habían vuelto.

-Es tu culpa por dejar que me bañe ed la lluvia -regañó Eren.

-No digas estupideces, tu fuiste quien me estuvo rogando -Levi se defendió, tomó el pequeño pedazo de tela que estaba sobre la frente de Eren y lo sumergió en el agua para que perdiera el calor, una vez fresco, lo volvió a colocar en el mismo lugar antes mencionado.

-Sí, pero como bued amigo, persoda madura y repodsable que eres tedías que impedirlo -mira directamente los ojos grises de su compañero.

-Tch. Realmente eres un fastidio, ¿Cómo es que soy tu mejor amigo? -le preguntó, pero cuando se dio cuenta Eren ya estaba dormido.

"Maldito mocoso, ¿Cómo es que terminé sintiendo esto por ti? Eres tan opuesto a mi, pero aún así me encantas... Supongo que los opuestos realmente se atraen". pensó Levi mientras depositaba un pequeño beso en la frente de su mejor amigo.

Eren soñaba que volaba por los cielos azules y podía caminar sobre las esponjosas nubes blancas.
Era su momento más feliz del día, pero todo terminó ahí, traspasó la nuve y, antes de que nuestro pequeño castaño se diera el golpe de su vida, despertó.

El cuarto era apenas iluminado por la luz de la luna, aún así pudo observar como su mejor amigo, Levi Ackerman, dormía en la silla al lado de él, tal parece se quedó dormido mientras lo cuidaba. Ese era uno de los pequeños detalles que le gustaban de él.
Por más que pareciera un chico frío obsesionado con la limpieza, también tenía sentimientos como cualquier otro humano, no los reflejaba todo el tiempo, pero sabía que estaban ahí.

Fue hasta uno de los cajones y tomó una manta para cubrirlo del frío, podría fácilmente acostarlo en la cama pero no quería despertarlo.

Estuvo de pie admirándolo por unos minutos y después volvió a su cama, con una sonrisa en sus labios.

"Prométeme que jamás me dejarás".