Esa madrugada te volví a ver, estabas tan hermosa. Te veías tan calmada, tan llena de paz, mientras el viento golpeaba tu rostro al columpearte, me fue imposible no observarte, bonita
VIII
Esa madrugada te volví a ver, estabas tan hermosa. Te veías tan calmada, tan llena de paz, mientras el viento golpeaba tu rostro al columpearte, me fue imposible no observarte, bonita