Día 9. Promp: omegaverse/familia.
Tenía que ser una broma, aquello que veía frente a él no podía ser real y de alguna forma alguien tuvo que haberle jugado una broma de mal gusto, si, eso era lo que sucedía. Molesto lanzó el pequeño objeto de plástico al bote de basura y salió del cubículo azotando la puerta tras de sí, para su buena suerte no había nadie mas en los baños así que pudo sacar a flote una variedad de maldiciones en ruso, se negaba a creer en el resultado que había mostrado el estúpido instrumento.
—Calma, esas cosas no siempre aciertan— se dijo en busca de consuelo —si... tiene que ser un error—.
Recargó sus manos temblorosas sobre el lavamanos y se vió en el espejo, su cabello rubio que ahora le llegaba a la mitad de la espalda estaba por completo despeinado luego de su breve momento de rabieta y en su rostro se mantenía una mueca de desagrado, suspiró para aliviar algo de su tensión. Ni en sus mas locos sueños se hubiera imaginado en tal situación, cuando menos por el momento no, ni para él ni para su pareja era algo que estuviera en sus planes.
—No puede ser posible...— agachó la cabeza incapaz de seguir viendo su reflejo —no puede ser real—.
Cuando finalmente salió de los baños no puedo evitar sentir paranoia, sentía en cada mirada una sospecha, como si todos ya supieran sobre aquello que le seguía pareciendo tan irreal y eso le desesperaba.
—Hey, Yurio— habló Mila que terminaba de colocarse sus zapatos deportivos —¿en donde te escondiste? te estuvimos buscando—.
—Eso no te incumbe, bruja— estaba consciente de su extraña actitud desde temprano pero no le interesaba en lo mas mínimo dar algún tipo de justificación, solo deseaba irse a casa y ya no pensar en nada.
—Te veías enfermo y te desapareciste sin avisar, eso molestó a Yakov—.
—Si quiere regañarme que lo haga luego— contestó restándole importancia, en ese momento le daba igual lo que su entrenador tuviera para decir, había otros asuntos que lo tenían mas preocupado. Estaba por irse hasta que volteó a ver a su compañera, al ver la marca en su cuello recordó que era igual a ella, ambos eran omegas y quizás ella podría disipar su miedo.
—Oye, Mila...— carraspeó mientras pensaba en la forma de hacer su pregunta sin sonar muy obvio —¿como van las cosas con Beka?—.
La peliroja pareció extrañarse con su pregunta pero igual contestó —bien, por ahora no hemos podido pasar mucho tiempo juntos por los entrenamientos pero nos mantenemos en contacto—.
—Ya veo... ¿y tienen algún plan en especial para mas adelante?—.
—¿Qué tipo de plan?— preguntó curiosa.
—N-no lo sé... ¿viajes?— dijo con el nerviosismo atacándolo por dentro, ya se estaba arrepintiendo de haberle preguntado —...¿familia?—.
—Oh, para nada— soltó una risa ante esa posibilidad —tener hijos en este momento no es algo que nos interese, aún queremos competir algunos años mas, supongo que para ti y Yuuri es la misma idea ¿no?—.
—¡P-por supuesto que sí!— sintió el calor subirsele al rostro, ahora no solo se sentía molesto también sentía culpa. —Iré a buscar al Katsudon— dijo dando por terminada la conversación, caminaba sin saber exactamente a donde ir.
Al llegar a los vestidores percibió el aroma de Yuuri, eso lo hizo sentirse mas calmado.
—Cerdo, ¿dónde estás?— se asomó en cada sección pero no lo veía, eso lo desesperó —¡bien, entonces me iré solo!—.
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Pequeño regalo [YuruuriWeek]
FanfictionDicen que las mejores cosas llegan sin avisar, puede que incluso cambien tus planes por completo y Yuri Plisetsky está a punto de descubrirlo. El amor sincero e incondicional de dos personas puede lograr cosas maravillosas. YuruuriWeek Día 9. Promp:...