océanos de sed › monsta x

¡ wonhyuk !

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fem!minhyuk
WONHYUK ㅡ 4
en cualquier caso
eres adorable.

☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆

minhyuk se arregló por última vez la falda que llevaba y peinó sus claros cabellos con las manos, estaba emocionado; hoy se juntaría con su novio al que no veía hace ya dos meses. hoseok tuvo que hacer un viaje junto a su familia debido a un tema de trabajo, cosa a la que el afeminado chico no estuvo de acuerdo. pasó llorando horas en los brazos de su novio ya que se lo llevarían lejos de él.

recién habían cumplido un año como pareja cuando aquella noticia llegó, de un día a otro toda la felicidad de minhyuk se había ido en un avión con destino a suiza junto a unas maletas que él mismo ayudó a armar, dejando en ellas pequeñas notas para los 61 días que hoseok estaría fuera de corea.

sintió como el timbre de su casa sonaba. segundos pasaron y se escuchó a su madre llamarle para que bajase a la primera planta.

antes de bajar arregló las mangas de su suéter y lo acomodó haciendo que se viera más ancho. cantando una canción de su grupo favorito, tomó su bolso y bajó las escaleras a paso seguro. estaba nervioso, pero no quería hacerlo notar.

llegó apoyando sus cosas en su hombro y miró en dirección a la puerta, donde se encontraba su perfecto novio sonriéndole como si su vida se fuera en aquello, con los brazos abiertos esperando a que minhyuk llegara a él. corrió hacia los brazos de hoseok y se apegó cual garrapata se tratase, besando tímidamente las mejillas del más alto.

ambos en su propia burbuja escucharon a la madre de minhyuk reír debido a la tierna escena. ― ya, váyanse. no pierdan tiempo ― exclamó empujando a la pareja fuera de la casa, lanzándole besos en forma de despedida. al fin dejaría de ver a su hijo sufrir.

ya fuera de la casa minhyuk dejó respirar un poco a su novio, pero antes dejó un sonoro beso en los labios de este. ― no te imaginas cuánto te extrañé.

― ¿tú crees que se me hizo fácil vivir sin tu sonrisa? ― preguntó tomando la mano de minhyuk y le hizo un pequeño puchero. ― o incluso, imagínate no admirar tus piernas por dos meses.

minhyuk rió, negando ante las palabras dichas por el de oscuros cabellos. ― estúpido ― golpeó el hombro del mayor. ― yo no extrañé tus musculosos brazos, que lo sepas.

era obvio que estaba mintiendo, el físico de hoseok era lo que más lo volvía loco, dejando de lado su tierna manera de ser con él. le encantaba como hoseok trabajaba su cuerpo y como los músculos de su espalda se marcaban cada vez que hacía algún movimiento. le encantaba abrazar esa gran espalda, o cuando los brazos de su novio lo acunaban le hacían sentir tan seguro que un día juró que lloraría de la felicidad.

― eres un mentiroso ―murmuró hoseok, apretando en un abrazo el delgado cuerpo de minhyuk, pero debilitó el agarre cuando sintió como su pequeño se quejaba. se acercó al oído de este, para que nadie mas escuchara su conversación. ― te tengo un regalo. a la tarde nos vamos a mi apartamento.

― y-yo también te tengo al-algo ―sus mejillas se habían vuelto de un tono carmesí, tomó el rostro de hoseok con ambas manos y lo miró directamente a los ojos, sonriéndole como siempre lo hacía.

siempre que se miraban a los ojos se olvidaban de todo, básicamente como unos tontos enamorados. hoseok amaba cuando a su femenino novio se le teñían las mejillas color rojizo, según él parecía un tomate con piernas.