Si Matsukawa tenía algo que reconocer, era que Takahiro tenía razón cuando le inquirió la falta de una bufanda alrededor de su cuello al momento de encontrarse en las escaleras del metro para su segunda cita. Oficial, claro. Sobre todo cuando la temperatura estaba más fría que el culo de un muerto.
Resultado de su infortunada y descuidada decisión, se encontraba ahora en una cadena de actos reflejos compulsivos que devenían en una expulsión de aire y gérmenes escalofriantes en medio del tren. Hanamaki no se molestaba en decir "salud." con su indiferente voz cada vez que volvía a arderle la nariz y estornudaba como un perro.
E Issei se dijo a sí mismo que ningún tipo de germen iba a arruinar su segunda cita oficial con el pelirrosa que se encontraba a su derecha. Este parecía concentrado revisando algo en su celular, cosa que hizo que sus frondosas cejas se encontraran.
- ¿Qué es más importante que yo? -. Preguntó como quien no quiere la cosa, intentando descifrar, sin éxito, lo que estaba viendo su novio en el móvil. ¿Tal vez porno?
Nah, él no se lo escondería. Incluso se lo compartiría y le haría la sugerente propuesta de intentar las poses extravagantes que realizaban los actores. A Makki solían gustarle las películas guarras, pero de esas que tenían una trama. O sea, porno con sentimientos y diálogos decentes.
-Cariño, por si no lo sabías, hoy jugaba Karasuno contra los de Inarizaki y a menos de que no te acuerdes que nos patearon el culo la última vez, pues lo mínimo que debemos hacer es saber si es que esos niñatos están ganando.
Matsukawa convirtió su ceño fruncido en una expresión de pereza extrema. En situaciones como estas era cuando parecía que Makki poseía más energía que él. Tal vez su madre tenía razón y lo suyo no iba a funcionar. Takahiro era un poco menos flojo de lo que Issei era. Mira nada más que tener energía para bañarse después de jugar vóley. Él no podía con tanto movimiento.
Excepto si esos movimientos poseían connotaciones sexuales. Como dormir antes de dormir. Sus dos actividades favoritas del día en una sola oración.
- ¿Y están ganando? -. El frío volvió a hacer estragos en él pues un nuevo estornudo irrumpió en su conversación. Hanamaki esperó a que el moreno volviera a recuperar la compostura para hablar y dejar el celular a un lado, concentrando toda su atención en el pelinegro.
-Si me abrazas, te lo digo. Hombre, tú eres el que ha salido sin bufanda y el que se le acaba la vida a estornudos, pero yo estoy que necesito tres toneladas más de grasa en el cuerpo si no quiero morir de hipotermia.
Por supuesto que Issei no se hizo de rogar, si el deber llamaba, él estaría ahí. Como buen novio que era. Ni un estornudo los iba a separar más, se dijo el azabache mientras pasaba un brazo por encima de los hombros de Takahiro, atrayéndolo hacia su cuerpo. Hanamaki se destensó y se dejó llevar por el calor corporal de su amante. Casi había olvidado de Mattsun era de esos chicos que parecían calderas andantes, así como los lobos esos de las novelas de Crepúsculo. Como su Jacob personal, pero sin tener el cabello largo de Pocahontas.
Se pasaron el camino así, sin decir nada, demasiado flojos hasta para hablar y solo cuando la chillona vocecilla del vagón les indicó, por segunda vez, que habían llegado a su destino, se dignaron a pararse.
Hanamaki ni se molestó en apartar su cuerpo del de Issei, tenían sus brazos entrelazados mientras salían de la estación hacia la civilización. La verdad era que su segunda cita desde que se hicieron pareja oficial, hablaron de sus sentimientos, aceptaron que querían algo más que un polvo y etcétera; consistía en la compra de un regalo para su flamante suegra. Nacida en un mismo invierno tan frío que asemejaba su corazón. Y como el pelirrosa no tenía ganas, ni ánimos de seguir sufriendo y buscando qué regalarle a su madre, no encontró mejor solución que arrastrar a su atractivo novio en base a chantajes y pactadas sesiones de películas en Netflix después de regresar del centro comercial. Matsukawa accedió, pero con la única condición de que la película que pusieran sea las 50 sombras de Grey, porque esa si le daban ganas de perdérsela toda y dedicarse solamente a besar a su novio.
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A Frida Kahlo's day with the Pink Guy.
Короткий рассказDonde Takahiro es un poco menos flojo que Issei y él no puede con ello.