"Capítulo 16"

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~ Años atras ~

Un pelinegro y una peliazul se encontraban felizmente caminando por las calles agarrados de las manos, ambos se veían realmente felices, de hecho eran felices juntos, tenían todo, se amaban o al menos por parte de ella simpre le demostró cuanto le quería.

Ambos hablaban amenamente sobre cosas triviales, cosas sin importancia. Mientras iban caminando vieron un hermoso parque con un agradable lago, fueron a donde una banca cerca del agua y se sentaron, ambos viendose a los ojos.

- Hinata - le hablo el pelinegro.

- ¿Si? - respondió la chica.

- ¿Irías al baile conmigo? - si, su baile de graduación pronto llegaria, el lugar en donde el pelinegro se daría cuenta de sus verdaderos sentimientos.

El moreno sabía que su novia se estaba comportando raro, últimamente estaba algo distraída y ansiosa.

- Por supuesto - dijo ella sonriendo, pues para ella eso era lo mejor del mundo, le amaba y no lo ocultaba, le demostraba todo el tiempo que él era importante para ella, pero por algún razón estaba triste, no quería contarle a su novio los planes de su padre, el señor Hiashi no lo tragaba, decía que él no era digno de su hija.

Siguieron hablando mientras la tarde pasaba en frente de ellos, ella recargando su cabeza en el hombro del pelinegro. Después de varios minutos ninguno de los dos volvió a hablar, el silencio que se formaba se estaba volviendo incómodo, se querían pero pareciera que su relación no daba para más, el moreno sentía que su relación poco a poco se terminaba.

Al caer la noche, ambos se pusieron de pie y volvieron a caminar, el pelinegro la llevaría sana y salva a su hogar, como se lo prometió al padre de la chica. Prometió no hacerle daño, siempre amarla, cuidarla y protegerla por que el juraba amarla.

Llegaron a la casa de la chica, tocaron el timbre y fue una de las empleadas domésticas quien habría la puerta, con una sonrisa en el rostro le indicó que pasarán y que el padre de la chica ya los estaba esperando.

- Buenas noches padre - saludo Hinata con una mano.

- Buenas noches - contesto el señor sin percatarse del pelinegro ya que este veia unos documentos.

- Buenas noches señor Hiashi - hablo el moreno por primera vez.

- Buenas noches muchacho - hablo aun sin levantar la mirada a ambos jóvenes que se encontraban en la puerta.

- Vámonos - le susurró la peliazul, lo cual el moreno sólo asistió.

Se fueron nuevamente a la sala de estar en donde el moreno hablo un par de minutos con ella para después decirle que a tenia que ir, se despidió de ella con un beso en los labios y se fue. Mientras caminaba por las calles oscuras de la ciudad pensaba que quizás era un poco afortunado de tener a Hinata con él, pues ella le amaba y aceptaba tal y como era, pero había algo que no le gustaba y era que ella siempre le daba la razón en todo, todo con tal de complacerle.

No quería que su novia fuera a si, por supuesto que no, el quería a alguien que también le contradiga en cada cosa que él pida, que le de batalla al momento de elegir alguna película en el cine, que este inconforme con lo que él pide y da.

Pero no, Hinata no era así, ella aceptaba cualquier cosa con tal de tener al moreno junto a ella, ¿eso podría ser amor? ¿Era amor? Tal vez podría ser mera obsesión.

- Ten más cuidado Teme - escucho que le decían mientras sentía un ligero líquido en su camisa, iba a insultar al tonto que se le atrevió a hablarle así y de paso golpearle por mojarle con quien sabe que.

- Tu... - se quedó callado al sólo observar los grandes ojos azules que le observaban con curiosidad. Asus 18 años no creía que le pasara algo como eso, perderse en los ojos de alguien más.

- Lo siento - se disculpó el muchacho enfrente de él, para seguidamente irse de ese lugar ya que el pequeño no queria tener algun tipo de problema, no ahora.

- ¿A donde crees que vas? - pregunto un poco enojado por no decir demasiado.

- ¿A donde crees Teme? - pregunto el ojiazul volteando a ver al moreno - pues a mi casa - respondió a su pregunta.

El moreno quedó sin habla, no cualquiera se atrevía a hablarle de esa manera y menos un chiquillo desconocido.

- Tú - dijo caminando hacia el muchacho - Dobe - le dijo sonriendo de lado - no te vas a ir así como así - terminó por decirle.

- ¿Crees que no? - le pregunto con una sonrisa en sus labios - pues mirame - dijo dandose la vuelta para empezar a correr como si su vida dependiera de eso.

Sasuke reaccionó segundos después para salir corriendo detrás de él, se sentía extraño, ¿Por que lo perseguía? ¿No era mejor dejarlo? No, Por supuesto que no, el moreno queria saber más del muchacho, tal vez su nombre o algo por el estilo, se cansó de correr, paro a descansar por un momento para después darse cuenta que no sabía en donde diablos estaba.

La Traición [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora