―¡NEW SMS!❜
✧ Historia originalmente mía, prohibida cualquier copia u adaptación sin mi permiso.
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✧ Oneshot que concursa en los Minkook Awards, administrado por @fakemin y @zychedelic.
兄;hermano
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❝ Te extraño demasiado. ❞ 02:53 AM
Jeon Jeongguk
Me pospuse difícilmente a conseguir un teléfono celular por tanto tiempo como me fue posible. En realidad, no tenía una buena razón, aparte del costo. Porque cuando apenas me había mudado a Seúl por mi propia cuenta después de haber pasado un horrible acontecimiento, no había manera de que pudiera pagar el plan mensual por sí solo.
Y una de las razones por las que me plantee en comprármelo fue porque era el único de mis amigos que aún dependía de una línea fija, y eso los volvía locos a todos. Me las arreglé para esperar hasta mi cumpleaños número veintidos, cuando al fin me sentí financieramente seguro para justificar el comprarme uno. Pero para no gastar tanto dinero, me quedé con el número de mi hermano que estaba ya sin uso. Todos mis compañeros se rieron por mi cambio de mentalidad, pero podía notar que estaban aliviados, en especial Hoseok. Él esperaba más que ninguno el momento en el que pudiera mandarme mensajes sin restricción de dinero.
Para ser honesto, yo también estaba bastante satisfecho. Y, resultó ser que los celulares eran ridículamente convenientes.
¿Quién lo diría?
No empecé a recibir los mensajes hasta un mes después de que había comprado el teléfono. Fue, extrañamente, el primer mensaje de texto con un emisor desconocido que había recibido, y simplemente decía: ❝Te extraño❞.
Debo admitir que al principio, estaba confundido; ¿qué clase de texto introductorio era ese? Me parecía un tanto melodramático al verlo... Y fue entonces cuando hice la conexión. Alrededor de un año atrás, había sacado de mi vida a mi ex novio bueno para nada, Taehyung. En retrospectiva, definitivamente puedo decir que él era algo así como un niño adulto. Quería que yo le cocinara, follara, limpiara, calendarizara sus citas médicas y que le diera la mitad de mis ganancias de cada mes, dado que no le parecía necesario conseguir un trabajo. No debí haberme quedado con él por tanto tiempo —maldigo su jodido buen físico—, pero una vez que recuperé la razón, lo mandé a volar, como habían hecho antes todas sus demás víctimas.
Mi suposición era que él había estado acosando mi perfil de Facebook u hostigando a mis amigos para que le dieran mi número. Después de todo, esa no sería la primera vez que intentaría contactarme, e imaginé que no sería la última.
Al final, decidí no responder. Ya que, en primer lugar, sabía que me iba a manipular si se le daba la oportunidad y se iba a victimizar, como era usual. En segundo lugar, me traería una satisfacción animosa si lo dejaba sintiéndose ignorado. Ahora, como regla, intento no actuar de esta manera, pero a veces una oportunidad tan perfecta es simplemente demasiado tentadora. Tan seductor como hacer caso a lo prohibido.