Sueño Realizado

Capítulo. 2

Siempre pensó que su vida era perfecta aunque suene infantil, a diferencia de la mayoría de sus amigos ella si tenía una familia unida, para ella un padre molesto pero cariñoso al igual que su madre; unos hermanos igual molestos pero unidos. Los padres de su madre, ya que no sabe nada de los paternos, tios y tias alegres y primos de la misma forma.

Ciertamente una familia una grande y eso es lo que la hacia especial, la hacia sentirse de esa manera pero a veces se decía que no pertenecía ahí. Tal vez se deba el hecho de que es diferente de la mayoría de su familia.

Casí todos tenian la piel un poco bronceada, los hermanos de sus padres, cuatro de su madre y cinco de su padre, a excepción de su progenitora debido a que ella tiene la piel clara.

Todos sus primos igual eran bronceados, unos pocos tenian la piel más clara. Su hermana mayor de diecisiete era igual que su madre con un brillante y largo cabello castaño oscuro en comparación de su madre quien lo tenia de un azabache muy puro y oscuro, pero tenía las mismas facciones y sus grandes ojos cafes; su pequeño hermano de cinco años tenía un loco cabello rubio dorado tan parecido al de su padre, la piel blanca, unos bonitos y grandes ojos chocolate un poco mas claros y facciones completamente parecidas al del rubio mayor.

Y finalmente ella, no era bronceada y tenía la piel muy pálida, un rostro redondo, y al igual que su hermana pero con una pequeña diferencia, ella si era la viva imagen de su madre; un sedoso y brillante cabello azabache adornaba su cabeza, cejas delgadas, y unos preciosos y cautivantes ojos rasgados grises completamente puros junto a unas espesas y largas pestañas igual de oscuras que su cabello.

El único parecido que talvez tendría con su padre serían sus ojos y la piel, este era un hombre alto y robusto, su cabello corto era rubio dorado, sus ojos eran azules tostados, oscuros en si y alguna vez tuvo una piel igual a la de su hija.

En un principio sus ojos habian sido un misterio en su familia, incluso su abuela se habia atrevido a decir que era algo asi como un "milagro", hasta que su padre confeso algo que todos al parecer habían olvidado, sus abuelos.

Según su papá le había contado, su abuelo era un hombre muy imponente y aún mas su apariencia, era alguien muy alto, su piel si era pálida, su tono de cabello a diferencia de su hijo, era rubio platinado natural y lo más enigmático de él: sus ojos; tan parecidos a los de su nieta. Su hermosa abuela era otro cantar, le dijo que tenía un bonito y corto cabello negro normal pero recalcó que sus ojos eran muy hermosos, el color miel era quien adornaba sus tiernas gemas.

Según le dijo su padre, el abuelo tenía un carácter que intimidaba a cualquiera, era frio y reservado, muy serio; su abuela era distinta, su carácter era dulce y tierno, bondadosa y solidaria, en si eran muy opuestos pero eso los complementaba. Por eso y muchas cosas más, es que era uno de sus mayores anhelos conocerlos pero no podía hacerlo; no sabía donde estaban ni quienes eran solo conocía su descripción física-ni siquiera sus nombres-y solo un dato que a su padre se le escapó: al parecer eran personas muy importantes.

Ni los hermanos de su padre deseaban hablar de ellos, siempre evadian el tema y los hijos de ellos parecian no interesarse y al parecer les tenían odio ¡Ni siquiera les conocian!, pero ya no insistió mas y se quedo con la duda de saber quienes eran.

El fuerte viento hacia bailar sus cabellos suavemente al compás del mismo, las estrellas estan muy brillantes hoy, se dijó mirando el hermoso manto negro que cubría el cielo y las luces brillantes en lo alto.

—¡Adhara!.- le llamo una voz a sus espaldas, ante el llamado salió de sus pensamientos y se volteó para ver la figura de una muchacha que venía corriendo hacia ella.

—¡Adhara, al fin te encuentro!.- la chica se apoyo en sus rodillas para recuperar el aliento por haber corrido.- ¿Como estas?.- preguntó regulando su respiración.