Los edificios tiemblan, una mano pálida me sujeta fuertemente. Dolor de cabeza.
¿Dónde estoy? Siento los pulmones llenos de polvo, no puedo moverme, otro dolor de cabeza.
Siento algo húmedo en mi frente, pero un sonido agudo suena en el interior de mi cabeza que me hace ensordecer. No escucho nada, me he dañado el oído, y más dolor de cabeza. Llego a la conclusión de que lo húmedo en mi frente es sangre, por el olor filoso que hay en el aire además de tierra y cemento, al momento de darme cuenta que estoy sangrando comienzo a gritar desesperada.
No me puedo mover, tengo la sensación de estar siendo aplastada y simplemente no recuerdo nada. No sé que hago aquí, en donde estoy y ni siquiera sé quién soy. Necesito salir de aquí pero algo encima de mi me lo impide, tengo miedo. Después de tanto insistir para salir de ahí, suelto un grito desgarrador al sentir el dolor que percibo ahora de mi pierna derecha. Sin embargo, mi propia voz la escucho tan lejos junto a los ruidos de unas rocas cayendo a lado de mi.
—El terremoto que Estados Unidos temía que sucediera ha tenido fecha hoy, 17 de enero de 2012, con epicentro en Los Ángeles, California, y una magnitud de 8.8 grados en la escala de Richter a las 16:00 hrs. Tras haber demasiados heridos y muertos aún sin encontrar, los equipos de emergencia solicitan voluntarios para auxiliar a los mismos.
Fechas y sucesos falsos, esta historia es sólo ficción.
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