Hace unos meses estaba junto a mi familia; mi mujer, mis hijos. Ahora; estoy aquí, sobre este frío y húmedo barro compuesto por la sangre y vísceras de mis amigos, mis compañeros; que al igual que yo lo han dejado todo atrás para cumplir con eldeseo de nuestros lideres; un deseo avaricioso que nos obliga a matarnos entre nosotros por un palmo más de tierra; por defender a nuestra nación de nosotros mismos.
Eric, Damien, Jean... son algunos de mis amigos y compañeros con los que ayer mismo estuve bebiendo y festejando un día más con vida, pero; que ahora yacen inmóviles sobre el frío lodo del exterior de esta trinchera, la cual, excavamos comoperros intentando esconder su juguete favorito. Solo que nosotros la excavamos para escondernos a nosotros mismos de balas que llevan nuestro nombre escrito.
Me tiembla el pulso; no siento las piernas del frió; no paro de mirar nervioso buscando una posible salida, una salida inexistente pues estamos condenados a ir y luchar por una causa y unos intereses que no son los nuestros.
Se, que cuando suene el silbato, mi cuerpo será unos de los muchos que queden inertes, muertos, sin vida, sobre la helada tierra del norte de Francia.
Bienvenidos, a lo que llaman la gran guerra, pero, lo único que tiene de grande es la desgracia humana.
