Nadie espera que las personas actúen como uno quisiera; Yo fui la excepción en ese entonces, logre manipular la mente de muchos. De todas maneras, el daño ya estaba hecho, pero la venganza aún no.
Quería aprisionar las pocas vidas que tenían, causar daño y dolor; todo el que causaron en mí.
Mis sentimientos se fueron a la mierda, ahora las muertes están seguras por cada paso que doy.
Me dan asco, mi ego es superior, puedo hacer que caigan ante mí cuando ven su sangre derramando por su pecho. Tengo autoridad ante la gente y no le temo a la oscuridad, ni a la mismísima muerte. Hace 10 días comencé a arder en el infierno en el que estoy ahora.
Sonrió de satisfacción al ver los cuerpos de las personas sin vida y pensar que murieron y tuvieron un final merecido.
***
De camino al acto doce paso por la avenida principal. Usando una corbata negra y un abrigo oscuro. Ya es tarde y se acerca la noche. Me fijo en mis pasos y levantó mi mirada.
No puedo creer lo que estoy viendo, su piel desde metros parece porcelana, sus mejillas sonrojadas y su cabello largo color rojizo, de repente me llegan enfermizos recuerdos con solo verla.
Al instante pienso que ella fue la causante de todo. Y esa muchacha tiene un severo parecido. No puedo contener mi rabia y apretó mis puños.
Quedó inconsciente un instante y los autos comienzan a pitar. Tenso mi mandíbula y reaccionó.
Sin que las personas tomen sospecha alguna, me devuelvo el camino y persigo a aquella muchacha.
Primero debo sacarle información. Luego, al anochecer, iré a cumplir el acto doce.
Antes de poder analizar la situación, la mujer voltio su mirada hacia mí. Era de esperar que tendría un gran susto; pues las nubes comenzaban a tornarse grises, y no yacía ninguna sombra al rededor, excepto la de ella y yo.
Reaccionó de una manera imprevista y lanzó un grito el cual no pudo terminar. Mi agarre fue por detrás de su espalda y bruscamente le apreté mis manos sobre su boca.
No se podía safar, pues mis manos eran más fuertes.
Apurado la arrastre hasta un callejón vacío. Y después de eso la solté, pero cayó al suelo inconsciente. Mis fuerzas fueron demasiadas como para poder hacerla dormir durante un rato.
De esta manera, tendría mayor facilidad para llevarla a mi casa, que no se hallaba tan lejos de por ahí.
Para mi sorpresa, una señora de años de edad, se escondió entre las esquinas y podía observar que sacaba un móvil antiguo.
No era de esperarse, sin embargo no le temía a las autoridades. Pues en esta ciudad era algo raro que llegarán al instante y descubrieran casos de estos. En pocas palabras: no servían para nada.
Rápidamente tomé a la mujer en mis brazos y la cargue en mi hombro, ignore a la vieja y seguí mi camino.
Ya era de noche y podría deducir la hora, igualmente aún quedaba bastante tiempo.
Caminé entre las sombras, tome pasos repentinos hasta llegar a mi casa. No tenía muchos lujos pero si lo que necesitaba. No podía tener algo mejor.
Entre y la dejé en un sofá viejo, prendi las luces, le até los brazos y la boca, así cuando despertase, no podría hacer ni un gruñido, ni escapar de esta casa.
Sonreí ante esto, tomé un vaso de agua. Y salí, pero no antes de cambiar mi hermosa prenda. Las personas podrían sospechar. Tomé una chaqueta de cuero y peine con gel mi cabello negro.
Salí por fin a cumplir mi acto doce. Por última vez observé a la chica.
Mis ojos y los de ella se conectaron, los dos teníamos una mirada de impacto.
Hice una mueca de lujuria y dije unas pequeñas palabras antes de salir a contemplar la belleza nocturna.
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20 Días
Mystery / ThrillerEn su cumpleaños 20, Eric planea algo que nunca olvidará. Cuchillos y armas estarán contemplando el acto atroz que hará durante 20 días. Entrando en un juego de manipulación con la mente de las personas quienes causaron inmenso odio en él. Pero un...