Michael Jackson fue un genio musical. Entró en dos ocasiones al salón de la fama del Rock and Roll, ostentó varios récords Guinness (en particular "el mayor suceso de entretenimiento de la historia"), ganó 13 sencillos en primer lugar y vendió cient...
Michael comentaría después: "Nos poníamos muy nerviosos para los ensayos. Se sentaba en una silla, con el cinturón en las manos. Y si no lo hacías bien, papá te molía a golpes con él, de verdad. Era estricto. Había veces que venía a verme, y empezaban a dar náuseas". En otra ocasión añadió: "Parecía que su único deseo era convertirnos en un éxito comercial. Como director era un genio, mis hermanos y yo debemos nuestro éxito profesional, en gran medida, a su energética exigencia. Con su orientación, no olvidaba ni un solo paso. Pero lo que yo realmente quería era un papá". Con la implacable guía de Joe Jackson, los chicos debutaron no el centro nocturno Mr. Lucky, en Gary, y luego recorrieron la región central de Estados Unidos con sus primeras presentaciones en bares afroamericanos, cabarets e incluso antros de streaptease nada glamorosos. Su energía y talento pronto conquistaron a los escépticos que se burlaban de su juventud. Su paga eran las propinas que les lanzaban al escenario, y parte del trabajo de Michael era tirarse al suelo a recoger las monedas y echárselas a los bolsillos. Pero no lo hizo mucho tiempo, pues llegaron las presentaciones profesionales. A Michael le dieron su propia rutina como solista antes de su octavo cumpleaños. La timidez que mostraba fuera del escenario desaparecía en cuanto se colocaba bajo los reflectores.
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