Capitulo 5

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Abrí los ojos de golpe. Mi cara estaba húmeda al igual que mi espalda y manos.

-¿Estás bien? -volteo a ver a Zach. Su mirada se dirigía hacia la carretera -. Decías algo entre sueños. ¿Tuviste una pesadilla?

-Ya lo creo -sequé el sudor de mi frente. Tal vez si tuve una pesadilla, no lo sé, no lo recordaba a la perfección.

La vista desde la altura a la que íbamos era maravillosa. Se podía divisar una gran cantidad de agua salada: el mar. Papá solía contarme que le encantaba visitar el mar cada vez que hacía un viaje a este mundo. Mamá me contaba que una fiesta playera fue donde papá le pregunto si quería casarse con él.

-Al parecer ya te diste cuenta donde vinimos. Digo, por tu sonrisa -él también sonríe -. Dos cosas: uno, vinimos a ver a unos amigos míos, y segundo, también es un buen lugar para practicar. Te traje conmigo por otras dos razones: uno, necesitas estar alrededor de humanos por sí vas a quedarte una temporada aquí, y segundo, no podía dejarte solo en el departamento.

-Vaya. Es una pequeña intuición. No hay muchas pistas para corroborar mi teoría, pero, estoy casi seguro que te gusta el número dos.

-¡Para nada! Mi número favorito es el tres -rió un poco. Yo también reí. Ese chiste (si se le puede llamar así) fue muy malo.

Nos empezábamos a acerca aún más al mar. Insisto, la vista es hermosa, muy hermosa.

-Llegamos -aparcó el auto en un sitio en especial. Había unas personas frente de este, sobre la acera, los cuales saludaron alegremente a Zach cuando bajo del auto.

-Hola -saludé agitando mi mano. Había dos hombres y una mujer. Te podía asegurar de que los tres eran ángeles también, pero según Zach eran humanos. A lo mejor su radar estaba fallando un poco, a tal vez era el mío.

-¿Vamos? -preguntó uno, pero Zach negó con la cabeza.

-Tenemos que registrarnos y llevar las maletas a la habitación. Lo lamento -hace una mueca pequeña.

-No te preocupes -el mismo que había hablado antes le dio una pequeña palmada en el hombro -. Estaremos en el bar -dijo a la para que sonreía.

Los tres se despidieron con la mano, pero la mujer dejó por unos segundos su mirada en mi, liego dio media vuelta y le siguió los pasos a los otros dos.

Tomé mi maleta y empecé a caminar junto con Zach hacía la recepción.

-Sube a la habitación. En un momento voy para allá - me tendió una tarjeta de plástico -. Esta es la llave de nuestra habitación, 207 -hice caso de lo que me dijo Zach y subí. A los pocos minutos el ya se encontraba en la habitación.

-Hoy vamos a cenar con los chicos -abrió su maleta y sacó un atuendo casi igual al que llevó cuando fuimos al cine, a excepción que ahora llevaba pantaloncillos cortos -. Saca algo de ropa tu también - dio unos pequeños golpes sobre mi maleta.

-¿No tomarás una ducha? -pregunté sacando mi atuendo para la cena. Toda mi ropa era de Zach en realidad. Solo negó con la cabeza.

-Te esperaré, sí te vas a duchar -sonrió.

El agua de esta regadera se sentía diferente, pero no estaba tan mal. Salí de la regadera y comencé a vestirme. Salí del baño y vi a Zach sentado sobre su respectiva cama. Dormiríamos en la misma habitación, pero en camas separadas.

-¡Guau! Mi ropa se ve mejor en ti -sonreí nerviosamente -. ¿Te puedo decir algo? -sujetó levemente mi hombro. Yo me limité a asentir -. Vestido así enamoras a cualquiera -soltó una pequeña risa -. En verdad. Incluso me enamorarías a mi -fijó su mirada en mis ojos -. En verdad -ahí fue cuando me di cuenta de algo hermoso y terrible a la vez: me dieron unas inmensas ganas de abrazar a Zach. ¡Y lo hice! -. Ey -al principio parecía sorprendido, pero después correspondió mi abrazo. Parecía como si él tampoco quisiera soltarme. Minutos después me alejé de él.

-Lo siento -logré decir en un hilo de voz.

-No importa - esbozó una leve sonrisa -. Pero, ¿por qué rompiste el abrazo? No me digas que fue por el perfume. Acabo de tirar la botella -no lo dejé terminar, ya que mis labios terminaron sobre la mejilla de Zach.

-¿Nos vamos? -sonreí lo más creíble que podía. No tenía idea de porque había hecho semejante atrocidad. De seguro los ángeles que nos observan en este momento han de estar decepcionados de que yo haya besado a otro hombre.

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-Tus amigos me cayeron bien -seguía riéndome en la habitación -. Adam fue el que me cayó mejor. Sus chistes eran una locura -volví a reír con solo pensar en aquello otra vez.

-Que bien -lo dijo, obviamente, en un tono sarcástico.

-¿Qué te pasa? Desde que me los presentaste actúas así de raro, eh -lo voltee a ver.

-Vayamos directo al grano, Adam nunca se ha hecho el gracioso cuando está con nosotros. Que casualidad que cuando apareciste Adam cambió radicalmente.

-No entiendo - mi cerebro estaba hecho un nudo de dudas.

-¿Qué no te das cuenta? Adam es gay. Le gustaste -volteo a verme de frente.

-¡Vaya! -yo solo abrí mi boca en forma de una "o" - ¿Es posible? Ya sabes...

-¿Las relaciones homosexuales? -me limité a asentir con la cabeza - ¡Claro que sí! Tanto como con humano como con ángeles. Si te han llegado las historias de este mundo sobre la homosexualidad, no te preocupes por eso -soltó una risa pequeña -. Es solo información falsa creada por la religión aquí.

-¿Cómo sabes eso con certeza? -lo desafié.

-Tengo un tío que es gay, ángel obviamente. Después encontró a su ángel gemelo *** e iniciaron una relación -se sentó en su cama. No me había dado cuenta que ya traía puesta su pijama. Debería de estar haciendo lo mismo... -. La homosexualidad en nuestro mundo es muy bien recibida -ya podía relajarme. Pensaba que había hecho mal con darle aquel beso a Zach, pero al parecer no es tan malo como pensaba. Zach se recostó sobre la cama y cerró los ojos -. Solo tengo una última cosa que decirte: no puedes enamorarte de Adam -dicho esto Zach decidió dormirse y dejarme a mi con una duda más grande que la que tenía hace unos momentos.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2017 ⏰

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Ángeles en lo Profundo Del Mar #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora