Inglaterra. Angélica entró en una cabina de teléfono. Marcó el número de su madre, hacía ya varios meses que no se veían. El pitido dejó de sonar y una voz familiar hizo la conocida pregunta.
-¿Si? ¿Quién es?
-Hola, soy Angélica.
-Cariño, cuanto me alegra escuchar tu voz. ¿Cuando volverás a casa? ¿Cuando nos veremos? Tu padre y yo nos morimos por verte.
-Mamá, ya te lo he dicho un millón de veces, ningún vampiro debe cruzar la frontera de la ciudad.
-Lo sé, All y Josh están haciendo muy buen trabajo. Salem me ha preguntado por ti, y...
-No sigas, por favor. Solo te llamaba para saber cómo estabas, así que ahora voy a colgar.
-De acuerdo cariño... te quiero.
-Yo a ti también mamá.
Angélica colgó. Quería llorar, pero sabía que si empezaba no podría parar, así que se tragó las lágrimas.
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Lágrimas rojas
VampireTras la muerte de Elías, Angélica se sume en la más profunda tristeza y desesperación. Su muerte significó la prohibición de que cualquier vampiro entrase en la ciudad, así que ella ya no vive allí. Tendrá unos duros meses, pero quizá vuelva casa, a...