Capítulo único

56 5 6
                                    

Él estaba en frente de mí, sentado en una silla y amarrado a esta por unas gruesas cuerdas. Se encontraba inconsciente por el golpe en la cabeza que le había propinado Namjoon. A pesar de que le tenía un gran rencor, me daba algo de miedo lo que le pudiese suceder. Yo no pedí que le secuestraran, pero insistieron en traerlo aquí.

Le quería preguntar sobre cómo le estaba yendo todo. Si seguía con su trabajo, si sus padres estaban bien, y también...si había vuelto a salir con alguien. También quería reclamarle por muchas cosas, obviamente. Nuestra relación terminó bastante mal. Rompió conmigo sin motivo alguno, y me abandonó cuando más le necesitaba.

El sonido que produjo la puerta del sótano al abrirse interrumpió mis pensamientos. Yoongi apareció y caminando a paso lento se acercó a mí. Me quedé congelado al ver que llevaba una pistola.

—¿Qué haces con eso? —Pregunté con nerviosismo. Empezaba a deducir lo que iba a ocurrir.

—Vas a acabar con este hijo de puta —Dijo y me tendió el arma. —Agarra la pistola y pégale un tiro.

Abrí los ojos como platos y di un paso hacia atrás. Yo no era un asesino, no iba a hacer eso.

—No pienso matar a alguien.

Yoongi se acercó a mí, agarró mi mano y me dio el arma. Seguidamente me tomó por los hombros y me llevó hacia Jimin, quien aún seguía inconsciente. Quise resistirme, pero joder, él tenía mucha fuerza.

—Jungkook, mírale.

Mis ojos se posaron en mi ex novio.

—Fue el chico que te hizo tanto daño, ¿cierto?

Asentí, recordando los días en los que lloraba tumbado en mi cama, sin querer salir de casa, ni comer, ni vivir.

—Él te abandonó cuando tus padres murieron en ese accidente automovilístico. Tú necesitabas a alguien que te consolase, le necesitabas a él —Cada momento del pasado que recordaba me dolía más y más—. Y él sabía eso, pero aún así te dejó. Obviamente le importó una mierda lo que te pudiese pasar o cómo te pudieras sentir. Intentaste suicidarte y él no estuvo ahí para impedírtelo, más bien él fue el causante de tu intento. Además se alejó de ti sin siquiera contarte la razón de por qué lo hizo.

—Yoongi, por favor, no sigas —Las lágrimas empezaron a asomarse por mis ojos, amenazando con salir y deslizarse por mis mejillas.

—Ahora mismo tienes la oportunidad de vengarte. Así que hazlo.

Empecé a temblar y recordé todo el sufrimiento por el que tuve que pasar por culpa de Jimin. Todas las noches lloraba hasta quedarme dormido, y cada día trataba de convencerme a mí mismo de que él iba a volver. Pero en el fondo sabía que eran falsas esperanzas. Entré en depresión y si no fuese por Namjoon y Yoongi yo ya estaría muerto, pues traté de suicidarme pero ellos me detuvieron a tiempo. Tras mucho esfuerzo, superé la tristeza, y eso dio paso al odio y al rencor. No, nunca pensé en matarle, pero sí que deseé que él sufriese tanto como lo hice yo. Con el paso del tiempo el odio fue disminuyendo, aunque el rencor siempre se quedó allí. Ahora, mis sentimientos enterrados volvieron a salir a la luz, y sentí que la ira me dominaba de nuevo. Pensé que no estaría tan mal acabar con su vida.

—Tienes razón, no puedo dejar pasar esta oportunidad.

Yoongi me dio una palmada en el hombro y retrocedió unos cuantos pasos. Agarré la pistola con firmeza y apunté hacia él.

—Adiós Jimin —Dije con decisión, aunque en el fondo seguía dudando de si apretar el gatillo o no.

—Adiós Jungkook, y lo siento por todo —Dijo Jimin, levantando la cabeza para mirarme a los ojos.

Ni yo ni Yoongi esperábamos que estuviese despierto.

—Pensé que estabas inconsciente —Dijo mi amigo.

—Y lo estaba —Me miró sonriendo con tristeza —. Jungkook.

Inevitablemente comencé a llorar. Su voz pronunciando mi nombre. ¿Hace cuánto que no oía eso?

—¿Qué quieres? —Traté de sonar firme, cosa que no conseguí porque mi voz temblaba, al igual que yo y también mis sentimientos.

—Pedirte disculpas, y despedirme de ti.

—¿Despedirte? ¿Por? —No entendí a lo que se refería.

—Sigues siendo tan despistado como antes —Soltó una risa, divertido, aunque podría jurar que se notaba un rastro de nostalgia en su voz— Porque me vas a matar, y cuando muera no podré volver a verte.

—Jimin...

—Lo siento. Sé que un perdón no solucionará nada, pero necesitaba decírtelo. No espero que sientas compasión por mí o algo así, solo que aceptes mis disculpas —Sus ojos se humedecieron— ¿Quieres que te cuente la razón de por qué rompí contigo? —Asentí con lentitud— El día en el que tus padres fallecieron yo me acosté con otro, simplemente por un estúpido impulso. Al llegar a casa fue cuando me contaste lo que había sucedido, y me sentí más culpable que nunca. No pude sobrellevar el arrepentimiento y la culpabilidad, pues solo con verte me hacía sentirme como la basura que era. Sé que fui un cabrón y un cobarde, y como dije antes, no espero que te compadezcas de mí, después de todo me lo merezco. Así que estoy de acuerdo en que acabes conmigo, si hacer esto puede conseguir que seas feliz de nuevo.

Veía borroso debido a mis lágrimas. No sabría explicar todo lo que sentí cuando me dijo todo eso. Simplemente me dediqué a llorar. Yoongi decidió tapar la boca de Jimin con cinta aislante y después me dio un golpe en el brazo.

—No hagas caso a sus palabras y mátale.

—No —Me negué.

Agarró mis brazos e hizo que yo apuntase a Jimin.

—Él te fue infiel, y encima te dejó por cobardía, así que acaba con su vida.

—No quiero.

—Jungkook, aprieta el gatillo —Me ordenó con firmeza.

—No puedo hacerlo —Las lágrimas cayeron con más rapidez.

—Pues lo haré yo mismo.

Entonces me quitó la pistola de la mano y antes de que yo pudiera reaccionar le pegó un tiro a Jimin. Mi corazón dio un vuelco al ver cómo la sangre brotaba de su pecho. Jamás había sentido tanto miedo y preocupación. Me quedé paralizado, sin poder procesar lo que acababa de pasar. Sentí que todo lo que estaba a mi alrededor desaparecía y juré oír a mi corazón romperse en miles de pedazos. Al darme cuenta de lo que había sucedido, un dolor punzante me atravesó, y un odio indescriptible me inundó.

—Por fin se murió esa escoria —Comentó Yoongi, antes de que yo le pegase un puñetazo en la cara. Luego gritó y me miró extrañado —¿Qué haces?

No respondí a su pregunta. Al menos no con palabras, pues en unos movimientos rápidos y precisos conseguí arrebatarle la pistola.

—Adiós —Dije antes de volarle la cabeza.

Cuando su sangre salpicó en mi rostro, empecé a gritar desesperado. La persona que más quería en este mundo había muerto, y yo había matado a quien se suponía que era mi mejor amigo. Mis recuerdos del pasado, las heridas no cicatrizadas, lo que acababa de ocurrir...Todo era demasiado para mí, no podía soportarlo. Miré el cuerpo inerte de Jimin, el cual estaba ensangrentado y con un agujero en el pecho. Recordé todos los momentos tanto buenos como malos por los que habíamos pasado juntos. Derramé más lágrimas al saber en que nunca más le vería, pero luego un pensamiento pasó por mi mente. Existía una manera en la que yo podría estar con él eternamente. Entonces me arrodillé y apunté mi cabeza con la pistola. Cerré mis ojos y tras suspirar pesadamente dije:

—Jimin, te perdono, y te amo a pesar de todo. Ahora, déjame estar a tu lado, ¿vale?

Dicho esto, sonreí y apreté el gatillo.

No puedo hacerlo | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora