Prólogo

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El amor se multiplica en los pensamientos más idílicos, trágicos, cómicos y dramáticos; sin embargo , en el mundo cool de la cúspide contemporánea y tecnócrata, recibe múltiples insultos desde el intento de aniquilarlo, manosearlo , ignorándolo y hasta ridiculizándolo para que no prospere en la coyuntura emocional de un ser humano dispuesto a dejarlo todo por él. 

El amor pareciera esfumarse de los pasillos de las tertulias y los cafés, distante del lenguaje más próximo y bello parece una retahila, pero no es más que una palabra mágica para reencontrarse el hombre en su almohada, sumergirse en los sueños eróticos y pensar por tiempo largo en la manera de enfrentarlo con reserva pero con anhelos al final, explosivos.

Los tiempos de la posverdad han creado una distancia en resorte que se hace nudo al consentir el amor en el fácil baúl del sexo. A la mínima expresión oral o escrita, se apacigua al  amor con la rápidez mental y ansiosa del sarcasmo , la ironía, el humor y la crítica, pero al final, no es más que el sueño de encontrarlo debajo de cada piedra en el camino. No es un duende a punto de revelarse y asustarnos con su estrambótico vestido, es una cruda realidad que sostiene la balanza del dolor y la dicha, de la dualidad eterna que se pierde en el laberinto. 

Como en una representación teatral,  el amor se llena de máscaras y corazas que arropan y transfiguran un sentimiento en un resentimiento, un sublime recuerdo en un odio discriminado, una leve esperanza en un olvido reforzado. 

Y florece la amistad para interpretar, discutir, lavarse las manos y los pies, hacer actos de contrición y de fe, hasta llegar al extremo de la contrariedad y el engaño consigo mismo. Lograr la empatía como si se tratara de leer por telepatía los actos grises, la montaña aleatoria de las emociones y los juegos estratégicos del otro ser encantado, es parte del ritual menos escandaloso y viral que la sociedad conjuga en un patrón de confort  con una realidad, aveces , desastrosa.  

¿Alguna vez hemos escuchado que se vendan escritos garantizados para conquistar en la primera cita, o que un personaje no muy viejo, de una casa en la colina, tenga visitas abarrotadas como hormigas buscando el alimento y migrando en pleno invierno?

El laboratorio de la persuasión , no es un cuarto de hechicería , ni un paraje de buena suerte, tampoco es un lugar que da con otro  planeta. Es un rinconcito humilde donde se gestan las mayores escenas de erotismo , romanticismo y se rompen los estigmas del amor no correspondido. 


El laboratorio de la persuasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora