Mi destino es RECUPERARTE

ESPERANZA

Comencemos...
Dedicado a: yumi_kushika

El tiempo y el dolor fueron de la mano en todo el período de luto en el que la Aldea Oculta de la Hoja se sumió.

Días que no fueron agradables para nadie, en especial para cierto rubio el cuál ahora mismo se hallaba frente a la tumba de la ÚNICA persona que le dio aquello que él siempre anheló: amor. Un amor puro, leal e incondicional.

La aldea sintió mucho la pérdida de una de las Kunoichis más importantes; pero para el Nanadaime ella fue más que eso.
Hinata Hyuga no solo fue una excelente Jounin, fue su amiga... su compañera... la madre de sus hijos... su esposa... su ilusión... Su Amor...

Pero ya no estaría más a su lado dándole aquellas divinas miradas que calentarían hasta el más frío de los glaciares; ya nunca más le diría palabras de ánimo ni le recordaría lo valioso que siempre fue para ella ni lo primordial que fueron sus sacrificios.

Ciertamente, la vida es muy injusta.

Y la muerte, el último pero más implacable enemigo. Separa a los más amados sin más, los arrebata inmisericorde sin importarle en lo más mínimo el dolor o la pena que causa.

Naruto lo sabía. Había lidiado contra este adversario desde los comienzos de su vida: en su nacimiento sus padres, en su niñez al Sandaime, más adelante su tan querido maestro, hace algunos años a uno de sus amigos y camarada.

Ahora volvía a perder otro, pero no como los anteriores.
No.
Este era uno que nunca podría ser reemplazado u olvidado... ¡JAMÁS!

Pocos fueron los que consiguieron evadir a este rival, el Séptimo Hokage era uno de esos. Allá hace casi 8 años atrás, en la Gran Cuarta Guerra Mundial Shinobi, tanto él como su amigo Uchiha pudieron escapar de su destino gracias al Rikudou Senin.

Sin embargo, no era algo que volviese a ocurrir más.

O eso se creía...

La puerta del despacho sonó anunciando que el agotado Kage tenía una visita.

- ¿Quién molesta tan tarde? -se preguntó a sí mismo algo fastidiado- ¡Adelante!

La puerta fue abierta rápidamente por el portador del Sharingan, el cual entró de la manera más normal a la oficina.

La presencia del Uchiha no sorprendió para nada al Hokage, quien solo lo miró de reojo y prosiguió con el montonal de documentos depositados enfrente.

- ¿Qué ocurre Sasuke?
- Buenas noches igualmente, dobe -sarcasmo, aquello solo fastidió más al rubio.
- ¿Viniste aquí para faltarme el respeto o realmente tienes algo que decirme?

El comentario sorprendió un poco al azabache; algo impactado por la reacción de su amigo, adoptó su actitud seria también.

La verdad es que se notaba claramente el duro efecto de lo que había sucedido.

Sasuke lo percibió.

- Vine para hablar contigo Naruto...
- ¿Qué quieres?
- Dos cosas: primero, acerca de tu estado de ánimo. Tu actitud ha resultado muy preocupante..
- ¿Desde cuando te muestras tan interesado en los asuntos ajenos?
- Tch creo que no entiendes. Intento decirte que me estás comenzando a preocupar.
- ¿Preocuparte? ¡Pues ve a casa con tu esposa a preocuparte por sus asuntos y déjame en paz!
- ¡Sabes perfectamente a dónde quiero llegar Naruto! Fue justamente Sakura quién me pidió que viniera a verte. Está preocupada por ti y veo que tiene motivos: te has encerrado en este cuarto y no sales para nada, parece que ni siquiera has probado algo de comer, recibes a todo el mundo de manera muy fría y cortante. -trato de serenarse- Sabes que esto no va terminar bie-
- ¡Y a ti que te importa lo que yo quiera hacer con mi vida! Tú decidiste viajar lejos de la aldea, sin importarte lo que yo o Sakura-chan sintiéramos, nos abandonaste cuando éramos niños por tu estúpido deseo... -golpea su puño contra el escritorio- ¡Y ahora me vienes con que te preocupo!... ¡Lárgate de una buena vez y déjame hacer mi trabajo!
- Soy muy consiente de lo que hice. -se esforzó por mantener su tono calmado- En parte te entiendo. -se acerca al Uzumaki- Sé que lo haces porqué quieres ocupar tu mente para no recordar, que buscas algo que te haga no pensar en todo lo que pasaste con ella.