Eh... ¿Pero qué diablos?

Ciassu!:3

Hace poco volví a leer otra vez el manga de Tokyo Ghoul:re (Como por milésima vezxD) Jeje en fin, cuando termine de leer el capítulo 61 se me ocurrió esto...

Advertencias:

-Palabrerías sin sentido.

-Solo un leve toque de cursilerías.

-Bastante corto.

***

"Porque...creo que me gustas."

***

-He oído un montón sobre tus logros, nivel 1 Urie.-esa había sido la monótona voz de Washuu Matsuri.-estoy seguro de que el clase especial Urie estaría orgulloso.

-Eso creo.-dije en el mismo tono usado por el líder del escuadrón S2.

Odiaba ese tipo de cenas. Elegantes y refinadas.

Enserio que estaba desperdiciando mi tiempo al estar sentado en esa silla de madera de ébano, que de seguro, costaba más que todo mi traje para misiones del CCG.

Ricos idiotas.

Pero, esta era una invitación hecha por Washuu Matsuri, y por razones evidentes, no podía rechazarla. Tenía que causarle una muy buena impresión al líder del S2 y a las demás personas presentes.

Aunque fuera un fastidio, lo haría.

...

La cena avanzaba con mayor rapidez de la que esperaba y agradecía.

-Urie.-me llamó Matsuri.-ven conmigo un momento.

Me despedí con una leve reverencia de las demás personas que había en la mesa y seguí al líder hasta otra sala que estaba apartada del comedor donde se llevaba a cabo la "maravillosa" cena.

-Conoce a mi esposa, Iyo.

¿Tenía esposa?

Eso si no me lo esperaba. Con lo serio y frio que era el hombre, jamás me hubiera imaginado que aquella risueña y linda mujer que estaba frente a mi tuviera algo que ver con Matsuri.

-Soy Washuu Iyo. Un gusto en conocerte.-se presentó con una sonrisa bastante grande.

-Urie Kuki. El gusto es mío.-conteste.

-¡Pero que joven y apuesto eres! Mi esposo no hace nada más que elogiarte.

¿Enserio? "Pero que interesante".

-Estoy honrado.-le dije mientras hacia una leve reverencia.

Estaba siendo más respetuoso de lo normal. Estaba casi seguro de que iba cumplir un nuevo record en buen comportamiento.

-Iré a hablar con él por un rato.-dijo Matsuri.

-Claro querido, tomate tu tiempo.

Aún seguía con la interrogante de como una mujer así había terminado con Washuu Matsuri.

Bien, lo dejaría. Creo que este problema era más bien para alguien como Einstein o Newton.

-Tu trabajo nos separa, no obstante, te deseo lo mejor.

Demasiado amable.

En definitiva, esa mujer no era del estilo del clase especial Matsuri.

El hombre se dirigió al balcón y yo lo seguí.

Sentí que debía de decir algo.- Que esposa tan encantadora...

-Una mujer aburrida.-me cortó.