Taemin jadeó, inspirando rápidamente. No tenía sentido seguir esperando, por más que quisiera pensar que si dejaba que pasara un segundo más, Minho aparecería disculpándose por su retraso, pero con un enorme regalo entre brazos. No, no iba a pasar. Minho era un hombre muy ocupado, y últimamente tenía más trabajo que antes. Lo entendía, a pesar de que entenderlo no hiciera que su decepción se disipara. Sopló la vela de aquel pastel que habían comprado un día antes, para tener que perder más tiempo en vueltas innecesarias, pidiendo aquel deseo de rigor.
-Feliz cumpleaños, Taemin.- Exhaló, quitando la vela antes de que se derritiera por completo.
Minho no había podido llegar, a pesar de que le había prometido estar ahí, y ser la primera persona que vería en la mañana. Pero no podía enojarse, no debía. Se levantó de la silla de mala gana, metiendo el pastel dentro del refrigerador. Ni siquiera podía tomar un pedazo del pastel, porque había quedado con Kibum de verse en una cafetería...y conociendo a su amigo, él probablemente le había preparado una fiesta sorpresa. Sonrió de medio lado, imaginando el esfuerzo que su amigo había puesto en ello, así que al menos debía verse sorprendido.
Tomó su chaqueta, buscando las llaves de su auto en ella, y asegurándose de que su cartera estuviera en el bolsillo de su pantalón. No podía demorarse más. Condujo hasta aquella cafetería que había frecuentado últimamente debido a su insistente amigo. Incluso ante de empujar la puerta para entrar, pudo sentir el bullicio ser callado abruptamente. Ese debió ser Kibum dando las últimas comandas. Sonrió, entrando con un rostro bastante inocente, como para ya haber descubierto el plan de su amigo.
-¡Sorpresa!- Todo el mundo gritó, soltando serpentinas y soplando cornetas.
Oh, ahí estaban todos. Cada uno de sus amigos de universidad; incluso los que no había podido frecuentar últimamente. Hasta ellos se habían hecho un espacio en su agenda, escuchó al fondo de sus pensamientos. Tragó aquel amargo pensamiento, soltando a cambio una sonrisa muy sorprendida, junto con resuello de júbilo.
-¿Qué es esto?- Se acercó a las personas que se aglomeraban alrededor de él. –Ustedes, todos...
-No podíamos desperdiciar tan buena ocasión para celebrar.- Key rio. –Es tu cumpleaños, Tae baby.
-Ya no soy un bebé, hyung.- Resopló.
-Cierto, ya no lo eres...- Key rodó los ojos, no creyendo en lo absoluto lo que había dicho. -¡Bien! Es hora de celebrar.
Taemin sonrió, asintiendo. No sabía que la cafetería se podía rentar para tales celebraciones, no había más personas que los invitados a su fiesta sorpresa. Suspiró, acercándose a una mesa donde unos cuantos de sus amigos, que había conocido en su primer semestre de universidad, se encontraban conversando. Poco a poco habló con cada uno de sus amigos, sentándose al fin en una mesa cerca de la entrada. Los meseros iban y venían, llevando café y algunos aperitivos. Pero pensar en eso no le distrajo. Todos ahí, había hablado poco con ellos después de la graduación, más que nada porque sus tiempos no coincidían. Con el que más se juntaba, era con Kibum, pero porque era su mejor amigo, y él siempre se presentaba los viernes por la noche en su departamento con una pila de películas y helado.
-Hey, ¿por qué la cara larga?- Key se sentó frente a su amigo, al ver que Taemin ya no daba para más. Se veía que no estaba disfrutando del todo la fiesta.
-No estoy haciendo una cara larga, hyung.- Taemin sonrió, sacudiéndose todos los pensamientos de sus hombros.
-No me mientas, Taemin ah...Oh, ¿acaso esto se debe a ese novio tuyo que tienes?- Frunció el gesto. No conocía en lo absoluto al novio de Taemin, pero ya podía decir que no le agradaba en lo absoluto.
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Un Mal Novio
FanfictionTaemin sopló la vela de su pastel, algo decepcionado por estar solo. No había esperado estar solo tan temprano por la mañana, pero el deber de su novio había sido ir a atender esa urgencia en la oficina. Tras tres pasteles diferentes, y un día dond...