El Diario de Brais

Un Angel

"El cielo y él infierno son distintos, pero lo seguro es que lo que tú creas será tu problema".

Estaba sentado Brais en aquel patio con la mirada perdida hacia el suelo mientras la neblina comenzaba a disiparse y cuando pensó en no pensar más nada alzó la mirada

- un ángel estoy muerto - dijo Brais mientras susurraba.

mientras miraba a aquella chica jugando al fútbol ella no era tan buena jugando al fut, pero eso es lo que lo dejo al Brais perplejo ver aquella chica juagando sin importar si es buena o mala solo era ella y el balón, las risas de sus amigas decían lo divertido que puede ser su compañía.

- estoy muerto, nunca me había sentido de esta manera y creo que podría acostumbrarme - dijo Brais en sus pensamientos mientras sonrío lentamente al ver aquel Ángel en medio del infierno.

Se quedo en silencio y perplejo hasta que la sirena sonó, tenía que volver a clases entonces el se levanto y camino , subió por los escalones para llegar a su clase y en las barandas se detuvo y regreso a ver aquella chica mientras sonreía sin disimular "¿acaso puedes disimular cuando ves a un ángel ?".

Entonces Victoria compañera de Brais se acercó a él y sutilmente miró a Brais que no se había percatado que su compañera lo estaba viendo, él seguía sonriendo mientras miraba el suelo y a la chica, su compañera lo tomo del hombro entonces Brais se sorprendió.

- a quien miras - dijo su amiga con tono curioso
- no deberías ser curiosa - dijo Brais algo aturdido
-  se llama Camila  - dijo ella con vos de quisquillosa mientras la miraba a Camila.
- es hermosa - dijo Brais mientras agacho la cabeza.

Era hora de salir del transe y entrar al salón de clases, pero se la pasó toda las siguientes horas pensando en Camila tal ves, lo que en ese momento estaba pasando con Brais no era normal, así que sin ningún aviso comenzó a detestar a esa chica como no detestaba a nadie tal ves por la manera que ella lo hizo sentir sin ni siquiera haberse conocido. Así que decidió dejar ese pensamiento para el y no decirle nada a aquel Ángel.

Al día siguiente Brais estaba nuevamente en el autobús en camino a la escuela, pero lo curioso está ves cuando salió de su casa y se subió al autobús no dijo la típica frase de que hoy será un estupido día, llego a clases pero esta ves no tomo la siesta que acostumbra en lugar de eso se la pasó dibujando en su pupitre cosas tribales. De pronto Victoria se acerca al pupitre de Brais y le dice.

- deberías hablarle - Victoria sonriente
- no es tu asunto - Brais
- ella es linda sabes - Victoria
- no le hablare - Brais
- ¿ por qué ? -  Victoria
- ............... - Brais guardó silencio.

La única razón por la que Brais estaba decidido a no hablarle a aquella chica es por qué el piensa que " las personas son son perfectas cuando solo las ves, pero cuando las llegas a conocer pierden la perspectiva de su perfección". Así que su decisión de no hablarle se basó en una teoría simple formulada por el mismo que lo llevaría a seguir con la percepción  de que ella es perfecta, así que Brais procuraba no mirarla, no hablar de ella, pero lo que no podía era dejar de pensar en ella y eso lo llenaba de ira, pasaron los días hasta que sucedió algo que cambio todo.

Sentado una mañana fría en clases el maestro con vos pausada explicaba algo sobre algoritmos, mientras de repente un grupo de estudiantes pasaba por el salón de Brais de pronto una chica grito - Leónidas -  todos voltearon a ver hacia la puerta , pero ya nadie estaba todos sabían que el único con ese nombre era Brais, entonces esto se respitio en otras ocasiones en diferentes días hasta que Brais pudo dar con la chica que gritaba su segundo nombre y valla que se llevó una sorpresa cuando se dio cuanta que la que grita su nombre era la mismísima Camila, pero qué diablos como sabe ella de mi decía Brais así que el recordó que a la única persona con la que había hablado de Camila era con Victoria, entonces de inmediato se acercó a Victoria.

- qué diablos le has dicho a Camila -Brais
- pues el día que me has dicho que es hermosa , se lo eh dicho casi en ese mismo momento - Victoria
- dices que ella se a enterado desde el inicio pero que verga - Brais

Sería algo estupido hacer como si nada pasara y ahora, comenzaban a verse cada recreo de lejos a cruzar miradas y sonrisas y aunque Brais era un tipo muy raro con el cabello un desastre, ojeras, ya que pasaba con una libreta escribiendo todo el tiempo aún así Camila lo miraba y le sonreía, "como un pastelitos como ella, puede fijar en un apestoso chico como yo es algo difícil de creer " decía Brais.

Llego el fin de semana y era hora de amigos, esperaron hasta la noche entonces coordinaron otro golpe y está ves no solo fue alcohol sino que Brais camino como si centro comercial fuera de él y de sus amigos, llego a la sección de deportes tomó una " tabla " ( skateboard ) y salió caminando por los detectores por enfrente de los guardias, llevaba la " tabla " ( skateboard ) en la mano como si fuera de el tan relajado y al mirar hacerlo solo podías decir, ese tipo tiene serio problemas. Salieron con miradas de que ellos eran únicos de que se estaban cogiendo a esta ciudad , comenzaron a beber hasta que llegaron a una fiesta, ya alcoholizados todos cada uno se fue a bailar con las mujeres más sexis del lugar, pero solo uno no baila y era Brais que disfrutaba fumar cigarrillos,  debes de bailar y su única excusa era que " los cigarrillos en estos tiempos duran más que una mujer ".

Ya con tachas alcohol y hierba  la noche estaba solo empezando así que la situación se salió de control cuando nadie aparecía, hasta que se encontraron a las 3:00 am algo desbocados pero con una sonrisa de que esta noche ha sido cabrona, se dieron cuenta que Brais no estaba , hasta que sonó el celular de uno de ellos entonces enseguida contesto era un vigilante que había detenido a Brais por orinar encima de una patrulla, así que enseguida fueron a ayudar a Brais el cual lo tuvieron hasta el día siguiente en una Unidad Policial.

Después de a ver salido de la Unidad Policial el solo se reía de la situación lo único que hizo fue ir a casa ya que nadie sabía de él en dos días.