**INSOMNIO??**

Nada es lo que parece

Katsuki era un detective de 35 años, últimamente la falta de sueño era mucha, la razon era que le habían sacado del caso, uno que el había pedido por la extraña situación en la que fue ejecutada, pero mientras más trataba de encontrar al asesino su mente se fue perdiendo, provocando que le mandaran un buen descanso, se estaba comportando extraño según sus compañeros, se había vuelto adicto al caso.

Lo que provocó que después de una semana sin poder dormir bien explorara las calles de la ciudad topándose con una discoteca, algo vacía pero tenía una cantina, así comenzó a beber hasta perder la conciencia, hasta ya no poder levantarse, después de unos días decidió seguir buscando información sobre el asesino por su cuenta.

Mientras seguía su caso comenzó a sospechar de la gente de aquella discoteca, se dio cuenta de que los hombres asesinados no tenían genitales, la mujeres no tenían pechos, se dio cuenta de que los bailarines de aquel lugar de vez en cuando tenían problemas con los clientes, por lo cual comenzó a pedir habitaciones VIP y siempre cambiaba de bailarín, aunque comenzó a notar como uno le miraba desde lo lejos, extremadamente bello de ojos y pelo verde un tono que queda perfecto con su piel, era el único que faltaba.

Día a día observaba como aquel hermoso joven se acercaba cada vez más, lo notó y cuando finalmente estuvo junto a el en la barra se dispusieron a hablar sobre algunas cosas triviales, sólo quería analizarlo, el joven le comentó que tenía dos hijos y que trabaja ahí por que el dueño le habían pedido encargarse del lugar, aunque no bailaba sólo observababa fue cuando a Katsuki le entró la espinita.

Día tras día hiba y siempre regresaba a su departamento a las 2 de la madrugada, cerrar sus ojos para que no pudiera dormir no hasta que fueran las 3:33 de la madrugada y despertaba a las 6 de la mañana, tanto el alcohol como el insomnio hicieron efecto y al juntar las piezas fue a su estación a contar todo, todo mundo le miraba preocupado le comentaron que encontraron a una niña en el último asesinato mientras el estaba ausente, fue cuando pidió los datos pero nadie se lo dijo enojado avento cosas y salió del lugar no sin antes pasar por la sala de archivos y robar la información.

El lugar lo llevó a un orfanato, una iglesia, leyó con cuidado las especificaciones y busco a la niña cuando finalmente la encontró sintió algo en su interior algo que no sabía.

-puedes llevarme con mi mamá?- soltaba la niña y el sólo asintió

El comenzaba a preguntarle sobre lo que había visto que le ayudaría a encontrar a esa persona ella sólo sonreía y le decía que estaba bien cuando llegaran con su madre le contaría todo, eran las 6 de la tarde cuando llegaron al lugar se dio cuenta que era a donde hiba, cuando vio correr a la niña cuando vio como aquel joven con el que últimamente hablaba, vio como la cargaba vio sus sonrisas y algo en el se quebró, se sostuvo la cabeza y cayó al piso escuchando.

-Katsuki!?-

Se había desmayado el reloj sonó a las 3:33 de la madrugada abrió los ojos y observó al joven a la niña y un niño, miró su alrededor y finalmente se dio cuenta de todo, recordaba por que quería el caso, recordó por que dejó de dormir, recordó por que había matado a toda esa gente, recordó quien era en realidad, la razon era muy sencilla trataron de tocar a su familia y eso no lo permitiría por nada del mundo.

-Perdón por tardar tango Izuku pero ahora todo acabo- acercándose a abrazarlos

Abrazar a su familia que no había visto o más bien no los recordó por más de 2 años, dirían que todo término bien pero no fue así, un día a las 3:33 de la madrugada policías abrieron fuego, murió Katsuki, Izuku y sus dos hijos, todo había acabado o eso creyeron después de algunos años cuando alguien compró la discoteca se dieron cuenta que estaba maldita, ellos siempre aparecían a las 3:33 de la madrugada y la gente tenía miedo pues contaban que cuando los niños lloraban y se escuchaba una canción de cuna el asesino vendría por ti al perturbar su paz y su hogar pensando que quieren lastimar a su familia.