I

13 4 1
                                    

Algunas veces el amor esta más cerca de lo que crees. Ese momento en el que estas casi seguro de que todo el asunto del amor no es para ti o que nunca te llegara puede que cambie de forma tan repentina como el aleteo de un picaflor, que ni te darás cuenta cuando fue que todo se puso de cabeza.
Soy una persona que siempre le gusto imaginarse como seria tener una pareja, saber que esa persona estaría para ti desde los mejores momentos hasta los peores, dándote cariño y apoyo siempre que lo necesites; una mano que siempre estará tendida para que cuando tropieces puedas aferrarte y no caer en el abismo. Pero más allá de todas esas ilusiones e imágenes sobre esos momentos ideales, yo sabia que "no todo es color de rosa". Esa pequeña frase tan usada -y al mismo tiempo ignorada- en libros, películas y hasta en la letra de canciones, y que a su vez oculta mucha verdad omitida por varios de sus oyentes. Rosa, un color cálido y resplandeciente, pero que además de ser relacionado con el genero femenino, también lo es con la juventud y, por supuesto, con el amor.
En plena época de la adolecencia, no muy famosa por pensar con la cabeza, esas seis palabras y diecinueve letras no suelen tener importancia para muchos de los que están atravesando esta etapa de la vida, no hasta que tienen una experiencia con la cual relacionarla. Esto no quiere decir que todos sean de esa misma forma, como si estuviéramos cada minuto fuera de la realidad e ideando cualquier cosa sin pensar en las consecuencias o en otras opciones que se puedan presentar antes y después de tomar un camino. Lo se porque los alumnos de mi clase son, en su mayoría, esos típicos adolescentes que se imaginan los adultos. Hasta mis propios amigos son de esa forma. ¿Y yo? Soy justamente parte de ese mínimo porcentaje que piensa más con la cabeza que con las hormonas; pienso las cosas mínimo dos veces antes de pasar al siguiente paso, tratando de no caer en el intento. No estoy orgullosa de esto, sobre todo porque suelo dar tropezones por más calculadora que intente ser.
"No todo es color de rosa", para mi el color perfecto es el azul, así como el cielo en los días soleados o en la noche, el mar y hasta en los días lluviosos todo se pinta de ese matiz y no por tristeza o algún sentimiento con los que se lo suele relacionar, todo lo contrario.
¿Cuál es la necesidad de buscar una conexión entre los colores y los sentimientos? ¿Y por qué globalizar la idea de que ciertos colores te van a transmitir esas emociones?

Debatan y opinen en los comentarios...

~Jules✈

Reflexiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora