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El cielo se vestía de color negro y Jeongguk caminaba por las frías calles del centro de la ciudad, no, ese día no buscaba víctimas, solo se quería concentrar en observar el paisaje oscuro, se sentía una molestia estando en la casa de Taehyung sin hacer nada, por lo que siempre salía y solo estaba hay para dormir o al menos cuando lo hacía.

Ese día llegaría temprano Taehyung le había avisado que probablemente no llegaría a casa, ya que había ido a ver a sus padres fuera de la ciudad, así que emprendió nuevamente el camino para llegar hasta la casa.

El trayecto mas que traquilo fue aburrido no pudo apreciar nada fuera de lo normal cosa que aveces le desagradaba.

Llego al condominio y rápidamente se adentró a la casa de Taehyung, se tendió sin pensarlo dos veces en el sofá y observo el techo sin hacer nada, definitivamente, su vida ya no tenia sentido, no tenia familia ni absolutamente nada, lo único que tenía era a Taehyung, pero con este no era cercano.

Se acomodó en lo que esa noche sería su cama y trato de pronto conciliara el sueño, cosa que como la mayoría de las noches no sucedía. Se movía de un lado a otro tratando de buscar el lado perfecto para dormir, pero no, no resultaba.


Jeongguk gritaba y se retorcía del dolor en la cama matrimonial de sus padres, su tío lo penetraba de una manera tan fuerte y sin compasión que le dolía, la forma en que gemía cerca de su oído le daban náuseas.

Su madre solo escuchaba desde la otra habitación, no es que le hicieran algo si ella intervenía, solo no lo quería hacer, no le interesaba.

- ¡Podrían dejar de hacer tanto ruido! - grito golpeando la pared, le daba asco escuchar como gritaba su hijo.

Jeon tomaba las sábanas fuertemente, con sus piernas intentaba apartar a su mayor, sentía como lo partían en dos, la noche anterior su padre ya se había colado en su cama, y no precisamente a darle las buenas noches.

Esa no era la primera que sucedía y todos en esa casa lo sabían.

Su tío gimió por ultima vez al mismo tiempo que se corría en el interior del chico de 11 años, manchándolo por completo haciendo que se sintiera una vez más sucio.

La madre hizo presencia en la habitación, mientras Jungguk estaba completamente adolorido llorando, mientras el tío se comenzaba a vestir.

- Lleven toda su ropa, saben muy bien que si el padre de Jungguk se entera de que lo hicieron en su habitación se enojara - dijo inexpresiva, sin ningún sentimiento al ver que a su hijo cada vez lo rompían más y más y sin darse cuenta firmaba su sentencia de muerte.


Jungguk se despertó de golpe sentándose en el sofá, su respiración agitada y completamente sudado llevo una de sus manos a su pecho los latidos de su corazón estaban completamente desenfrenados.

No sabía si lo había despertado su pesadilla o el fuerte sonido que provenía de la casa de al lado.

Se levantó completamente furioso y golpeo la pared, sin saber el porque, aveces Jeon podía ser una persona "extraña" como lo denominaban algunos.

Se sentó nuevamente en el sofá, pero sabía muy bien que no lograría dormir de nuevo.
Se paro del sofá, tomo las llaves de la casa y se dirigió en donde provenía aquel bullicio, se detuvo al frente de la puerta y sin pensarlo toco la puerta fuertemente, casi provocandose daño en los nudillos, espero 5 segundos para que alguien abriera y en el momento que estaban abriendo la puerta Jungguk levanto el puño y tomo aire, pero lo que quería hacer solo quedo en un deseo.

-¿Jimin? - saco todo el aire acumulado en sus pulmones y bajo su puño.

- Jungguk -dijo sonriendo - hola ¿Que haces aquí? - salió completamente de la casa cerrando la puerta tras de sí.

- Y-yo... Eh - el menor no sabía que decir, se le había olvidado completamente a lo que iba a aquella casa.

- ¿Vives por acá cerca? - se apoyo en la pared al mismo tiempo que el castaño asentía frenéticamente.

- Acá al lado - contestó apuntando la puerta de la casa.

- Oh yo vivo al frente tuyo - sonrió. Jungguk juraba que vivía en la casa en la que siempre estaba de fiestas.

-Ah~ yo pensé que vivías en la casa ruidosa - observo a Jimin este soltó una pequeña risa, mientras el menor bajaba la mirada.

- No, no vivo en la casa ruidosa- lo miro con ternura - Hm...¿Quieres ir a tomar algo a mi casa? - Jeon volvió su mirada aquel chico ¿a su casa? ¿enserio? el menor lo miraba sorprendido por su propuesta - tranquilo no te haré nada - soltó una suave carcajada - ¿Aceptas?

-Esta bien.

Ambos caminaron hasta la puerta que guiaba a la casa de Jimin, el mayor busco la llave y abrió.
La casa era como cualquiera todo estaba completamente ordenado, etc, etc.

Park fue al refrigerador y saco dos cervezas.

-¿Quieres una? - le extendió, el menor dudoso aceptó - yo te quería pedir disculpa por lo que paso ayer con Chanyeol - tomo un sorbo de la lata que tenía entre sus manos.

-Por eso no te preocupes - le resto importancia. Jeon trato de desviar su mente del beso que le había robado quería, sin duda alguna, más de Park. Pero ¿como?

-¿Quien era Yoora?- pregunta con curiosidad observando detenidamente a Jimin quien al parecer estaba sorprendido por su atrevimiento de preguntar aquello, soltó una pequeña risa antes de contestar.

-Verás Yoora... Es una chica la cual me persigue desde que me fui de ____, no lo sé un día me fui de la casa de mis padres y obviamente termine con ella, dejando en claro que no quería absolutamente nada de su parte, pero los días después de llegar aquí ella mágicamente apareció Yoora me juro que no era por mi, pero desde que esta aquí no para de molestarme haciendo cualquier tipo de cosas - tomo un sorbo de su cerveza dando por finalizado su relato.

-¿Esta obsesionado contigo? - alzo un ceja.

-Supongo que se podría decir así - ambos sonreían.

Ese día no era tan incómodo como la primera noche que estuvieron juntos, las conversaciones fluían sin que ninguno de los se detuvieran los dos se sentían cómodos al estar junto al otro.

Bad Boy |JiKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora