G O R D A

Capitulo 8

Mis seciones con el psicólogo después de un mes, han sido siempre iguales, "deberías aprender a quererte Amy" y bla bla bla, no me sirve, ¿Cómo hago para quererme? No lo entiendo. Hoy tengo que ir nuevamente, pero si no me está ayudando no seguire yendo.

Me cambie, me peine y salí de mi casa escuchando música. Caminando ví a pocas personas en la calle, debe ser por el horario.
Al llegar toque la puerta y escuche un "pase", entre y me sente.

-Buen día Amy- dijo mi psicólogo con una sonrisa.

Son las seis de la mañana, ¿quién sonríe a estás horas? Yo en estos momentos quiero llorar.

-Buen día- susurre, pero se logro escuchar.

-Y bien, Amy, ¿Cómo has estado estos días?- dijo mirandome fijamente que por minutos me hizo sentir pequeñita.

-Eh.. Supongo que bien- dije encojiendome de hombros.

-Osea que no estás tan segura de que estuviste bien estos días, okey- dijo sárcastico y con una mirada de diversión.

Yo lo mire seria, no me da diversión, quiero estar bien todos los días, y si él se lo toma en chiste, esto no funcionara.

-Mira Amy, si no muestras un poquito de tu esfuerzo en mejorar, lo lamento, no podre ayudarte- dijo mirandome serio.

Lo mire por segundos,con mis ojos aguados. A la mierda si lloro delante de él ya no puedo aguantar mis lagrimas ya no puedo aguantar la rabia, el enojo, el rencor, ya no puedo.

-¿ Pero como quieres que me esfuerze?Cada seción tú dices que necesito aprender a amarme más que necesito empezar a agradarme más, por un mes y hasta ahora. Eres como un disco rayado. Nunca me dices, cómo empezar o cuándo empezar o dónde empezar. - dije con lágrimas en mis ojos.

El quedó sorprendido por mi reacción y como le dije las cosas, me quedo mirando sin decir nada.

-Bien,empezaremos ahora entonces. No esta noche,ni mañana, ni después de esta taza de té-dijo bajando su taza de té en el escritorio- Empezaremos ahora mismo... Cierra los ojos

Sin pensarlo los cerre.

-Ahora quiero que me digas lo que no te gusta de ti misma, pero se honesta conmigo, no seas astuta, no estes enojada, sé honesta-dijo.

Mientras tenía mis ojos cerrados, pasaron mil cosas que no me gustan de mi, pero le dire lo principal, lo que más me duele y lo que más me molesta.

-Soy gorda, soy fea y arruino cosas- dije dejando caer una lágrima por mi mejilla.

Abrí mis ojos, y ví a mi psicólogo mirandome con lástima, con pena, pero después hablo.

-Intenta descubrir desde cuándo te sientes así- me dijo con voz seria.

-Desde que murió mi abuelo- dije con dolor, al recordar la muerte del hombre que más ame en esta tierra.

- Ahora quiero que imagines a una niña, sentada en aquel sillón de allí- dijo señalando el sofá de su derecha- y esta niña es como tu te sientes ahora,siente que es fea, gorda y una vergüenza.

Mire el sofá y rode mis ojos, sin poder creer lo que me estaba haciendo hacer.

-Quiero que la imagines sentada allí,ahora mismo-dijo frunciendo sus cejas y con el tono de voz algo molesto- Ahora dile a esa pequeña niña que es gorda.

Respire hondo, no lo voy hacer.

-No voy hacer eso- dije mirándolo enojada.

-Dile a esa pequeña niña que es fea- dijo mirándome.