Como de costumbre Alexandra y Mei llegaron a su casa después de ir a comer con su única amiga Mitzuki, una japonesa que se gano el respeto de ambas gemelas.
—Nos vemos mañana chicas ¡Sayonara!— musitó Mitzuki antes de irse en su auto.
—¡Sayonara Mitzuki-Sempai!— gritó la sonriente Mei desde el pórtico de la casa.
—Cuidado de regreso— dijo Alexandra mientras se apoyaba en la ventana del auto.
—No te preocupes por mi Alex, se cuidarme sola— Alexandra salio de la ventana y Mitzuki piso el acelerador a fondo desapareciendo entre el trafico— ¡Nos vemos!
—Esta niña— una pequeña sonrisa salio del rostro serio de Alexandra que rara vez sonreía.
Al entrar en la casa, ambas chicas se sorprendieron al ver que a su madre estaba en la sala de estar, ya que siempre esta en el trabajo y era muy rara la ocasión en que la veían, sin embargó, lo único que hicieron fue ignorarla. Iban a subir para recostarse en su habitación, pero en ese preciso momento su progenitora las notó.
—¡Oh! Ya están en casa— se acerco la mujer a sus hijas— les tengo noticias— estaba muy entusiasmada.
—Aja...no me diga— el tono sarcástico y seco de Alexandra salió a la luz mientras se miraba su esmalte pensado que le vendría bien retocar él color azul eléctrico que portaban sus uñas.
—Su padre me llamo para decirme que se quiere hacer cargo de nosotras, ya que, como nunca nos dio importancia, quiere enmendarlo.
—¡¿No me digas que te vas a ir con él?!— Mei le alzo el tono a su madre mientras se contenia de no tomarla de la camisa y descargar su rabia con su cuerpo. En cambio cerró sus manos enterrándose así misma sus uñas de la impotencia.
—No— con una mirada victoriosa la madre de las gemelas se apoyó en una muralla cercana con los brazos cruzados— nos vamos todas a Corea del Sur.
—¡¡¡Queeee!!!— gritaron ambas féminas y de la impresión Mei cayo desmayada en los brazos de su Hermana mayor, pero esta al ser tomada por sorpresa cayó al suelo de rodillas con el cuerpo de su moribunda hermana— ¡Mei! ¡Mei! ¡Cariño responde!— como la menor no daba signos de vida, Alexandra fue consumida por la rabia encarando a su madre como lo haría Mei si estuviera despierta— ¡¿Cómo nos puedes decir una cosa así?! ¡Nosotras toda la vida hemos vivido aquí en Alemania! ¡¿Planeas que de la noche a la mañana cambiemos nuestra vida?!
—Sí — la monarca con el rostro serio fue subiendo las escaleras ignorando las quejas de sus hijas— nos vamos en un par de días, así que despierta a tu hermana y hazle saber que debe empacar sus cosas.
La madre se fue dejando con una gran impotencia a Alexandra y en ese transcurso mental donde la chica planeaba como asesinar a su progenitora sin dejar pistas, despertó Mei.
—¿La vieja loca ya se fue?— asintió Alexandra— ¡Diablos! Me duele la cabeza— la menor se sobaba la nuca poniéndose de pie— supongo que debemos empacar.
—¿Cómo puedes tomar esto tan a la ligera? ¿No te duele dejar Alemania?— la mayor se levanto del suelo.
—¡No me lo tomo a la ligera Alex!— Mei apoyo su frente en un pilar muy afligida— esto es tan repentino, quiero...quiero...¡Hacer su vida a cuadros! Cuando lleguemos a donde sea que vayamos le romperé toda la ropa, quemare su teléfono y no la dejare dormir por la noche ¡Nunca olvidara el nombre de Mei Lee!— y así la ultima gota de cordura fue extraída de Mei, la chica reía como una bruja de cuento infantil.
—La vida es un asco.
—La vida no, nuestros padres son un asco y nosotras las víctimas— volviendo en si la menor comenzó a subir las escales— como tengo este fastidioso sexto sentido de gemela, se que quieres estar sola— la fémina le lanzó un manojo de llaves a su hermana— no llegues tarde.
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¿Famosas? & ¡No lo sabíamos!
FanfictionEsta historia trata de unas hermanas gemelas donde en su país nadie las conoce pero en otro país son famosas, ellas no lo sabía cada una tiene una personalidad unica aunque parecidas pero muy diferente a la vez como terminara esto habrá conficion...