Tener ante mí la gran vista que me brindaba Zúrich era maravilloso.
Tantos árboles y el cielo azul hacían que mi corazón se tranquilizara de todo el revoloteo que había en Seúl.
Después de todo unas vacaciones para explorar mi yo interno no me habían caído nada mal.
Estaba recargado en el barandal de madera, pensando en cómo era mi vida, pensando en cómo encontrar algo, alguna motivación para ser plenamente feliz.
Tenía un vaso de café en mi mano derecha, era invierno en Suiza y estaba demasiado frío.
Tomé mi celular del bolsillo de mi abrigo para hacer una foto del hermoso paisaje que tenía ante mí, se la enviaría a mamá, seguro le encantaría.¡Click!
Me extrañé, que yo recordará mi celular estaba en modo silencio.
Giré mi cabeza y me encontré con un chico y una cámara entre sus manos.
Tal vez era fotógrafo.—Lo siento, ¿cubro la vista?—dije algo avergonzado, ya llevaba bastante rato ahí.
—No, para nada.— el chico sonrió— tú eras mi vista.
Muy bien, eso me tomó por sorpresa.
Reprimí una risa nerviosa, mis mejillas ya estaban coloradas.
Me acerqué más al chico, se veía muy bien con los ligeros rayos del sol pegando en su rostro.
¿Era coreano? Porque lo parecía.—¿Cómo?— me atreví a preguntar.
—Eh, soy fotógrafo profesional y me encuentro haciendo un nuevo proyecto que hable de mí, de lo que soy y lo que proyectan mis fotos. Te veías muy bien viendo hacia el horizonte. Quiero decir, era un buen elemeto para capturar, no es porque estuvieras ahí, bueno sí te veías tú también muy bien, eh...
Lo observé y reí, con cada una de sus palabras mi cara se tornaba más roja.
—Soy Sungjong.
No tenía ni idea de porqué había dicho eso, a él no le interesaba quién era yo.
Pero no se me ocurría nada para ocultar mi vergüenza.—Yo soy Myungsoo, es un placer.
Curvó sus labios y me regaló una preciosa sonrisa. Y juro por mi vida que era la sonrisa más linda que jamás haya visto.
¿Qué rayos me estaba pasando?—Sungjong, sé que es algo rápido lo que te diré pero he sentido contigo una gran personalidad para mis fotos, como algo que siento conmigo mismo. Vine aquí intentando conocer a algún extranjero que me brindará eso pero tú me encantaste más que todos ellos.—abrí los ojos, en verdad ya no sabía que hacer para que mi cara dejará de parecer un tomate.- quiero decir, luces muy bien en las fotos y ese es mi objetivo al ser fotógrafo, eh... si no quieres puedes decirlo...
Solté una risa y con todo y mí nerviosismo me acerqué a Myungsoo para abrazarlo.
—Claro que me encantaría ser tu modelo, siempre y cuando me compartas algunas fotos.
Me separé, rayos ahora que lo pienso haberlo abrazado fue mucho. Me dejé llevar.
—Lo siento, soy muy efusivo.—oculté una risa con mi mano derecha.
Myungsoo me observaba sonriendo, no parecía deseoso de hablar.
Me aclaré la gargante y hablé.
—Eh, ¿te parece si nos vemos aquí mañana?
Myungsoo reaccionó de su mini trance y asintió con la cabeza.
—Sí, estaría perfecto.—sonrió.—A las, ¿ocho de la mañana?
Eso me tomó desprevenido, yo odiaha levantarme temprano pero él se veía tan entusiasmado.
Tal vez necesitabamos vernos temprano para que él tomará buenas fotos, tal vez me llevaba a un estudio o algo.