Tu & Yo, Por Mil Años Más...

Capitulo 2 ¿Tomamos el Almuerzo?

Ya pasaron dos meses, casi termina el semestre y entramos a vacaciones. Desde que Alice llego a estudiar por primera vez, nunca hemos tenido una conversación, creo que fue porque le parecí un idiota desde el primer día. Sea como sea, ella es inteligente, lleva el primer lugar, es parte del cuadro de honor y es hermosa. Es la jodidamente chica perfecta, todos la quieren, simplemente es simpática aunque muy reservada y tímida, no habla mucho.

Sus únicas amigas y bien escogidas son del cuadro de honor, chicas sencillas y lindas, pero educadas, caraja que pienso, Alice es perfecta, tengo que invitarla a almorzar juntos. Después de todo fui el primero en hablarle de todos los alumnos de este instituto.

-Oye viejo, me asustas.

-¿A qué te refieres?

-Siento que cada vez más, como que pierdes contacto con la realidad.

-No, ya sabes, solo me gusta apreciar los detalles de la vida.

-Te Quiero viejo.

Por un momento pensé “es gay” pero me recordé que a los 7 años hicimos un pacto de hermanos por siempre.

-¿Qué sucede?

-Nada, solo quería decírtelo.

-Mike, eres mi hermano, te quiero, siempre te protegeré..

-Invítala a salir.

-¿A qué te refieres?

-Vamos sabes de que estoy hablando.

-Sé a qué te refieres, pero el hecho es a quien.

-Alice.

-Estás loco… Ella jamás se fijaría en mí.

-Sé que si lo ara.

-Con eso no se juega.

-Me prometes algo.

-Depende.

-Júramelo, prométemelo.

-Oye me estas asustando.

-Vamos júrame algo.

-Está bien.

-Que la invitaras, al baile de fin de semestre.

-Reí a carcajadas- Es una broma, como crees que hare eso.

Mike me miro muy seriamente y me dijo:

-Ella te gusta, no, estás enamorado de ella, jamás te había visto así, se cuándo te sucede algo, y esta vez estás enamorado, y sabes que, no permitiré que mi hermano pierda un amor, por estúpido, ve por ella, arriésgate, no pierde el que no se la juega.

-Lo are.

-Muy bien, ya verás que todo irá bien.

-Ojala así sea.

-Muy bien, estoy listo nos vamos.

Tome mi casco y se lo di a Mike, ya que el que el tenia se arruino, salimos de su casa y nos despedimos de su madre, subimos a mi moto y nos disparamos en el viento y el asfalto. A Mike y a mí nos encantaban las motos, él no tenía aun por ser menor de edad, al cumplir sus dieciocho años le darían su primera Motocicleta, ya que siempre era yo el que lo andaba tras de mí, le enseñe a manejar pero no en la mía.

-Oye Sebas.

<Apenas podía escuchar por el viento, tuve que desacelerar>

-Que sucede, ¿te vas cayendo?

-No, estoy bien.

-Entonces que sucede.

-Dime que hicieras si yo muriera.