Aquel día

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Aquella mañana, Michael se despertó con la sensación de que ese día iba a ser distinto a los demás.

Había comprado unas nuevas zapatillas de montaña, las cuales estaba ansioso de estrenar, y ese día decidió estrenarlas.

Además, había un día precioso ¿qué podría salir mal?

Tras armarse de optimismo, Michael se puso su ropa de hacer trekking y sus zapatillas nuevas, se metió el móvil en uno de los bolsillos de su pantalón.
Llenó su mochila de comida, su cantimplora de agua, la metió dentro, se la puso a la espalda y salió por la puerta.

Michael tenía una montaña cerca de su casa, por lo que se dirigió a ella, tenía un paisaje precioso, era un valle de verdes prados, con una cantidad inmensa de flores, de muchos tipos distintos, había un pinar y otra zona más rocosa, y Michael se propuso el desafío de subir todas esas rocas.

Cuando estaba ya a mitad de la subida, notó que le había llegado un mensaje, era su novia Sarah, la cual le recordaba lo mucho que le quería.

Para la desgracia de Michael, no miró en donde ponía el pie por lo que se tropezó, con la mala suerte de romperse una de sus maravillosas zapatillas nuevas.

Debido a esto, Michael perdió el equilibrio y, al no ir equipado con un arnés, cayó a uno de los barrancos que había por allí cerca, donde se abrió la cabeza y murió desangrado.

Nunca encontraron su cuerpo, pero sí su móvil roto, el cual se había caído al tropezarse, pues lo llevaba en la mano.

Lo que empezó para Michael como un día perfecto, terminó siendo el peor y último de su vida

Moraleja:
Nunca mires el móvil en el monte, podrías acabar como Michael.

:D

El chico que andaba por el monteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora