Capítulo I: Un Nuevo Comienzo

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Aún puedo oír sus gritos, aun puedo sentir el humo y el calor en mi cara, creo que fue el peor dia de mi vida. Había salido a trabajar muy temprano, a eso de las 8 am, tenía un monton de trabajo que hacer en la oficina, mis hijos y mi esposa dormían, fue un dia muy agotador de la tipica rutina, redactar ciertos asuntos en la computador, café, ya saben lo que se hace en las oficinas, mas o menos a eso de las 3:30 pm, mi telefono sonó, me dispuse a agarrarlo, fue desgarrador lo que escuché: -Georgeeeeeee Auxilioooooo, el fuegoooooo, los niñosssssssss ayudaa, mi esposa gritaba desesperadamente, algo ocurria en nuestra casa.

Mi corazon se acelero, sentia como si tuviera una bomba de tiempo, en mi pecho, sali corriendo impulsado por un pánico interno, todos en la oficina me miraban con unas caras de asombro, me monté en el carro y maneje a toda velocidad hacia la casa, no pude avanzar mas de la esquina cercana a la casa, los bomberos y la policia rodeaban el lugar, me baje del carro y logre ver a mi esposa, ella me dijo: -amor estamos timothy aun esta ahi, entre corriendo subi las escaleras y lo escuchaba gritar: ayuda ayuda, el humo no me dejaba ver, entre a su alcoba y lo tome, Dios sabra como logre salvarlo.

Suspire de la felicidad, y dije: gracias Dios, las lagrimas salian de mis ojos, abrace a mi esposa, y pude ver como mi casa seguia ardiendo, los bomberos le arrojaban agua, pero ya era demasiado tarde mi esposa cecil, mis tres hijas, mis dos hijos y yo habiamos perdido nuestro hogar, ellos lloraban, los calmamos diciendoles que todo estaria bien.

Nos fuimos a casa de mis padres por unos dias mientras decidiamos que hacer, -esta es muy cara, -tendria que hacer un prestamo, era nuestro conversar diario, Cecil tenia la esperanza de que solucionaramos esto pronto, un dia sono el timbre y estaba solo en la casa, Cecil, mis padres y los niños estaban en el parque y apesar de ser fin de semana estaba arreglando unos asuntos de al oficina. Abri la puerta, era un abogado, una tia de Cecil habia muerto y la habia colocado como unica heredera de una casa de campo a las afueras de la ciudad, sonrei instantaneamente asi como cuando sientes que algo te cayó del cielo, asi me sentí.

Apenas llegaron les conte la situacion, ella dijo que era una tia muy lejana, que le extrañaba porque apenas la conocia muy poco, descansa en paz tia y gracias por todo dijo mi esposa llena de esperanza, felicidad e ilusion, avisamos que mañana partiriamos, los niños felices en su inocencia y nosotros suspirabamos porque pudimos ver que ibamos a lograr tener un Nuevo Comienzo o por lo menos, eso creímos.

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