Cobarde

Capítulo Único

Cobarde

Narrador por Kagami

Cobarde: adjetivo/nombre común

1. (Persona) que siente miedo ante situaciones difíciles o muestra falta de valor para emprender acciones peligrosas o que conllevan cierto riesgo.

2. (Persona) que perjudica o hace daño de forma encubierta por carecer de valor.

Siempre me había cuestionado, mi forma de actuar ante las diversas situaciones que se presentaban en frente mío, arriesgándome a todo, sin considerar los costos que ello podía conllevar; en una infinidad de veces mis amigos y familiares me habían dicho que debía ser más prudente y hasta en algunos casos, incluso, "cobarde"; nunca había considerado esa palabra dentro de mi diario vivir, "ir siempre de frente y jamás rendirse" , es lo que me decía y les decía a los demás, era bueno ayudando – o quizás, me costaba negarles algo - ; había sido criado como alguien independiente, que sabía lo que quería y lograba tenerlo a base de esfuerzo y perseverancia, mi padre siempre elogiaba mis logros, mis avances; diciéndome " llegarás a ser alguien importante en la vida de las personas", "te rodearás de gente que buscara la luz que emites tan fuertemente", y tal vez la frase que más me marcaría, " encontraras a una hermosa mujer, quien te dará a mis futuros nietos "... si supieras padre...

Si bien era una persona dispuesta a luchar con garras y dientes – haciéndole honores a mi nombre -, me consideraban alguien, un tanto, lento para comprender o notar ciertas cosas; hubo una persona en mi vida que hizo cambiar, lo que yo era sin ningún esfuerzo – y no es que él haya querido -, tan solo, yo me enamore de él.

Su nombre, Aomine Daiki, un amigo de Kuroko, despreocupado, con carácter y porque no decirlo, una hermosa sonrisa; recuerdo, la primera vez que lo vi, íbamos, con mi peliceleste amigo a una de las canchas más céntricas para jugar o practicar tiros, ya que Kuroko siempre decía que podíamos encontrar a sus otros amigos para tener mas jugadores, conocía a Kise, Midorima, incluso a Murasakibara y el imperturbable Akashi, pero a "él", nunca lo había visto, hasta esa vez. Alto, moreno y visiblemente tranquilo, cuando llegamos, vi como lanzaba al aro, "perfecto", fue lo que pensé, y eso me asustó, demasiado para ser cierto, creía que la palabra que había usado para describirlo se debía a su forma de juego; al entrar a la cancha, observé a una chica de largo pelo rosado, bastante bonita que agitaba su mano en dirección a Kuroko, así que supuse que ella, era una de sus amigas, y que ese hombre llamativo, solo estaba de paso; al presentarnos, agregó un "Dai-chan, Tetsu- kun ya llegó", que me hizo voltear y verificar que el chico de piel exótica era el tal "Dai-chan", al considerar la forma de interactuar con él, parecían que eran pareja, y algo en mi, se sintió incómoda; pudimos hablar un poco, y me pidió jugar con él, acepte; - no soy de desperdiciar desafíos y mucho menos sin dar pelea -, jugamos y quedé sorprendido, este tipo, realmente es bueno, por un momento, llegué a pensar que era profesional, pero resultó que somos de la misma edad – es más, soy algo mayor que él -, cuando terminamos (y barrió el piso conmigo), Aomine se acercó a Kuroko y sonriéndole, le dijo "¡Tetsu tu amigo juega muy bien!"; quedé estático a su lado mirándolo fijamente; después de salir de mi trance, me despedí de ellos y le grité a Aomine que a la próxima le ganaría, volvió a sonreír, y salí de la cancha; si en ese momento me hubieran preguntado ¿por que actué así?, respondería que a pesar de haberlo conocido recién, admiraba a ese sujeto y sus palabras me conmovieron; si me preguntan ahora... mi corazón latía muy rápido, sentí mi boca seca, y todo, al ver su sonrisa.

Comenzamos a frecuentarnos bastante, llegue a invitarlo a mi departamento, me repetía "que lo admiraba, que quería ser como él" – no podía tener sentimientos románticos por otro hombre, era raro, asqueroso, desagradable, mi padre me odiaría...mi padre...