Cuando te fuiste

Burla

Al dia siguiente cuando llegue al salon me percate de que Rin estaba hablando con las demas chicas, asi que la ignore y me fui a mi asiento, me puse los aidifonos y espere el inicio de la clase.

Hoy estaba dispuesto a ir al consejo estudiantil, planeaba irme al terminar a clase antes de que Rin pudiera detenerme, pero tenía que ser rápido.

Escuchaba música tranquilo cuando vi que Rin se levantó de su lugar y se dirigía hacia mi, sin embargo antes de poder hacerlo el profesor llegó y todos retomaron sus asientos.

En media clase me hicieron llegar un pequeño papel arrugado, que al abrirlo noté  que era él pedazo de la hoja de un cuaderno, el cual traía un mensaje.

"Hiro, te parece si regresamos juntos, encontré un lugar donde venden un rico helado"

Al terminar de leerlo mire rápidamente a Rin, quien tenía una sonrisa en su rostro, así que tome mi cuaderno y me fui a la última hoja, arranque un trozo y escribí mi respuesta.

"Lo siento, pero quiero ir a ver lo de el consejo, será otro dia"

Observé cuando le llegó el mensaje, y cuando lo vio su expresión cambio, parecía que se decepcionó de mi respuesta, así que me volteó a ver con una cara enojada, seguido arrancó otro trozo de hoja y me llegó otro mensaje.

"Es enserio? No puedes ir otro día, te aseguró que te va a gustar el helado.

Posdata: No me saludaste que grosero"

Como que si no podía ir otro día, sus mensajes me hicieron enojar, que no puede ir con las demás chicas, por que tengo que ser yo, no es malo, pero digo apenas llevamos un día de conocernos.

Cuando finalizó las láser me apresuró en guardar mis cosas, pero antes de darme cuenta Rin ya estaba a mi lado, lo cual me hizo dar un pequeño brinco.

"Vamos acompañame, no pierdes nada" dijo en tono molesto.

Me quedé callado un momento.

"Oye me estás escuchando"

"Si" respondí mientras agarraba mi mochila.

"No puedes ir otro dia?" Pregunto con una cara sería.

"Bueno ayer no fui" dije mientras me levantaba "Además hay algo que quiero saber"

Se quedó callada, como si pensará en algo, no entendía por que quería que fuera con ella, pero de verdad quiero saber a donde fue Shiori, no tengo tiempo que perder.

"Entonces te espero" me miro con una expresión insatisfecha.

Valla que es persistente, pero sería inútil decir que no lo hiciera, no quiero discutir por algo así, por lo que no me dejó otra opción.

"Esta bien" dije con una voz fría.

Ella se quedó sentada aún lado de mi lugar, y yo salí del salón dispuesto a ir directo al consejo estudiantil, pero algo me detuvo, y es lo más absurdo que podía ser, pero no sabía donde quedaba, claro que podría preguntar donde queda, pero no se me da hablar con personas ajenas, aparte de que no quiero que se burlen de mi.

Después de meditar, regrese al salón, y Rin seguía ahí, esperándome, miraba hacia la ventana, su cabeza estaba recargada en su mano derecha y sus ojos perdidos en el cielo.

Al mirar la expresión que tenía me quedé cautivado, y seguro no olvidaré eso, pues parecía triste pero tenía una pequeña sonrisa como si sufriera por dentro, una expresión de alguien lleno de cicatrices.

Rin no tardó en percatarse de que me encontraba de regreso al salón cambiando completamente su expresión, pero creo que se dio cuenta de mi problema, pues puso una sonrisa de burla.

"No me digas..... te perdiste" dijo en tono burlón.

"Callate" dije molesto.

Echo una carcajada.

"No puedo creer que no sepas donde queda" no paraba de reír.

"Es normal, no investigue mucho sobre esta escuela" dije para defenderme.

La verdad era que no me interesaba la escuela, mientras pudiera estar cerca de Shiori me bastaba, pero ella se fue, recordarlo me hace enfadar.

"Bueno yo se donde queda" paro de reír, pero ahora parecía querer algo.

"Y bueno donde queda?" pregunté algo molesto e incrédulo de su comentario.

"No te diré" contestó.

"Y por que no?"

"Bueno sólo si me acompañas te diré donde queda, te lo prometo" levantó su mano y alzó el meñique.

"Y como pues confirmar  que sabes donde queda" dije más serio.

"No te dije que mi hermano era del consejo" contestó molesta.

Dr alguna forma me separaba algo así, pero note sinceridad cuando dijo que su hermano era del consejo, así que no me dejo otra opción más ue confiar en ella.

"Esta bien te acompañare, pero sólo si prometes decirme donde queda el consejo" levante mi mano y junte mi dedo meñique con el suyo.

"Cuenta conmigo" sonrió al mismo tiempo que cerró sus ojos.