"A Sofía le gusta el profesor..."

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¡Sofiaaaaa! - mamá gritando al fondo -

Abrí los ojos... No, es lunes otra vez. -pensé con frustración.- 

¡Voy! - le contesté a mamá-

Como mi rutina diaria, caminé sin ganas al baño... 

"Hoy me toca lavarme el pelo, que pereza... " - pensé mientras bostezaba - 

Entré al baño y me vi al espejo. Dios mio... que gorda estás Sofía -me dije a mi misma- Si había alguien que se llevara el premio por auto criticarse, esa debería ser yo definitivamente. Opté por dejar de verme al espejo por que si comenzaba a enumerar cada uno de mis defectos jamás saldría del baño y mi mamá me mata. 

Salí del baño a terminar de cambiarme, bajé a desayunar lo más rápido que pude, me lavé los dientes como flash y corrí hacia el micro bus, mi mamá ya estaba arriba lo que significaba que ya casi me dejaba, sí... ya lo ha hecho.  Una vez me subí, me acomodé para seguir durmiendo. 

Llegamos. -me decía mi mamá mientras me tocaba el brazo y yo abría los ojos poco a poco para encontrarme enfrente el colegio... -resoplé- 

Adiós Ma. - le di un beso en la mejilla y me bajé y caminé hasta mi salón-. Que raro que la madre copito no estaba en la puerta. -pensé-

Entré al salón y como no habia nadie de mis amigas me recosté en el escritorio y cerré los ojos, pero pasados 10 segundos escuché la voz de Lucía. 

Estuvo cansado ayer el trabajo en la esquina. -me dijo haciéndome la típica broma de Lucía-

Que vos seas una experta en ese tema no quiere decir que todas seamos iguales. -me reí- Que pereza tener matemáticas a la primera hora. -le dije en tono frustrado-

Ash sí, más que el profesor David siempre da sus sermones los lunes. -me contestó Lucía recordándome lo odiosos que son esos sermones que siempre nos da ese tipo.- Pero eso no le quita lo guapo. -me dijo en tono pícaro- 

Solo de golfa Lucía, échate agua. -le dije riendo.- 

¡Hola niñas! -dijo Pao dejando sus cosas en el escritorio.- 

¡Hola! -dijimos Lucía y yo al unisono.-

¿Que tal el fin de semana? -nos preguntó-

Bien. -contestó Lucía.-

Más o menos. Otro domingo en el que mi papá se olvida de mi existencia. -les dije, a lo que ellas respondieron con una mirada de compasión.- Pero equis, ya me estoy acostumbrando. -me reí, pero sabía en el fondo que no estaba bien.-

¡Buenos Días! - se escuchó la voz del profesor David- Espero que vengan con todos los ánimos para este inicio de semana. -dijo en tono enérgico.-

Todas nos pusimos de pie al escucharlo entrar, era una obligación en el colegio pararse cada vez que un profesor entraba por la puerta. 

Por suerte hoy no se le ocurrió dar el sermón, al parecer vamos atrasadas a comparación con las otras aulas, claro.. por que en las otras no se pone  a dar sermones sin sentido. Pasé toda la clase súper atenta a lo que el profesor escribía en la pizarra y a lo que explicaba, realmente me gustan las matemáticas y soy buena, así que dentro de lo que cabe, disfruto su clase... Y para ser honesta, sí es el profesor más atractivo de toda la institución.

Pasó el primer periodo de clases y salimos todas al recreo, fuimos a la tienda a comprar algo para comer con Pao y Luci. Ahí nos encontramos con Marcela, una de nuestras amigas.

Ya me contaron que te gusta el profesor David. -dijo Marcela dirigiéndose a mi.- 

What? Quien te dijo eso? -le contesté molesta, si me gustara o no, no es de la incumbencia de nadie; si hay algo que detesto son los chismes, y más aún sin fundamentos.-

Karol le dijo a Cecilia cuando estábamos trabajando en equipo en Sociales. -me dijo-

Que metida. -dijo Pao- 

Dijo que no dejabas de verlo en clases y que hasta se te caía la baba. -añadió Marcela-

Y esa niña que pedo? -dije aún más molesta.-  Desde cuando somos amigas, para que crea que puede inventar cosas de mi. 

¿Por qué me molesté tanto? Por que el año pasado anduvo un chisme así de una chica de último año con un profesor de sociales, ese si era cierto, y la terminaron sancionando y por poco no se gradúa, las monjas son muy exageradas... y realmente no quiero tener problemas.

Reclamale. -me dijo Lucía- 

No soy de las personas que ira a pelearse con alguien, mejor me quedo callada y dejo que las cosas pasen.

Entramos de nuevo a clases y ahí estaba la perra de Karol, le lancé la peor cara que tengo y me senté en mi escritorio. Comenzó la clase de Seminario y el profesor Julio nos puso a trabajar en parejas, como es tan odioso, el las estaba haciendo.

Paola y Jeannette, Lucía y Fátima, Ana y Tatiana...-iba diciendo el profesor-

Y Sofía... -se quedó pensando.- usted trabajará con Karol. 

Mierda. -pensé-

Reúnanse con su pareja y pónganse a trabajar, cualquier duda levantan su mano. -agregó el profesor julio mientras pasaba las hojas con el trabajo que teníamos que hacer.-

Me levanté de mi escritorio y lo junté con el de Karol de mala gana. Comenzamos a trabajar y a hablar y me di cuenta que la chica no era tan mala onda, es más, era muy divertida. Pasamos toda la clase bromeando sobre el profesor y otras cosas. No había congeniado nunca tan rápido con alguien. Entregamos nuestro trabajo y seguimos hablando. Era una de esas personas con las que sabias que ibas a pasar un buen rato y te ibas a reír mucho, por alguna extraña razón sentí que sería el comienzo de una buena amistad...

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⏰ Last updated: Oct 10, 2017 ⏰

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